El creador de ‘Sé quién eres’ nos da las claves del final

Pau Freixas, creador y director de la serie aclara algunas dudas surgidas tras el final de la ficción de Telecinco.

‘Sé quién eres’ se despidió este lunes de los espectadores tras 16 capítulos con una media del 15,2% de share y 2.405.000 espectadores con un impactante final en el que Eva Durán termina muriendo a manos de Juan Elías y éste y su familia consiguen salir impunes tras los delitos cometidos después de ganarse la confianza de Ana Saura.

Sin embargo, pese a que el final fue prácticamente cerrado si han quedado algunas dudas en el aire y para ello El Televisero ha podido mantener un coloquio con Pau Freixas, el creador de la serie, para que las aclare.

¿Cuál es la valoración qué haces de la serie?

Pau Freixas: Estoy muy satisfecho con el resultado final. Me quedo con el positivo resultado creativo. Es el final que yo tenía en la cabeza y aunque vistas ahora veo tramas que hubiese llevado de otra forma, el promedio me satisface altamente. ‘Sé quién eres’, como serie, está muy cerca de lo que yo tenía en mente inicialmente.

¿Te arrepientes de algo?

P.F.: De nada en concreto, aunque si hay algunos capítulos en los que falta fuerza y espíritu. No obstante, yo pienso cada capítulo con un sentido. Así, por ejemplo en el 12 se habla de Pol y el viaje que ha tenido en toda la temporada pues comienza siendo un adolescente y acaba encerrándose junto a Ana y se va transformando a base de impactos emocionales. Entonces lo que me pasa es que hecho en falta algo de eso en algún capítulo.  En ese punto tengo una sensación de que a la serie le falta un impacto fuerte entre los capítulos siete y ocho.

Hablando del viaje de Pol y su transformación, ¿estás satisfecho con su resultado?

P.F.: Estoy muy satisfecho en general, aunque sí es cierto que me hubiera gustado poder haberlo desarrollado más e incluso haber llevado su cambio más lejos. Pensándolo mucho, hubiera incluido a Pol presente en la muerte de Eva, con él cerrando una puerta tras ver el momento de su muerte o algo así. Enfatizaría su cambio, pero finalmente apostamos por una escena más poética y con otro simbolismo, enlazando los planos largos de Elías entrando en escena y caminando en sentidos opuestos, para matar a Eva y para acercarse a Alicia.

Muchos se preguntan qué pasó con el hermano gemelo de Pol, ¿esa trama nunca pensaste en llevarla más allá?

P.F.: Esa trama la hubiera usado como herramienta para mostrar más el aspecto emocional y jugar con esas dos caras de un mismo personaje como hemos hecho con otros. Hubiera sido un poco como el hermano bueno y el hermano malo y es que era una dualidad que no la hemos podido explotar por falta de tiempo. Nos llegamos a plantear lo de dar cambiazo a los cuerpos, pero no lo hicimos no tanto ya por la trama sino por la tesis final. Y en el fondo si los personajes aparcan ese tema pues nosotros también.

Hay dos personajes que han perdido peso en los últimos capítulos como es el caso de Eva Durán y sobre todo David Vila, ¿a qué se debe?

P.F.: Creo que la química/tensión sexual que me hubiera gustado que se consiguiera entre ellos no ha pasado. Gran porcentaje de esto es culpa mía. Quería un triángulo con ellos y Elías en el que este fuera lo emocional para ella y David lo racional. Si hubiese existido algo potente en el nivel racional, hubiese buscado la forma de seguir explotándolo a nivel de trama, pero no fue así. El motor potente siempre fue Alicia-Elías y Eva como contrapunto.

Con respecto a Ana Saura, ¿crees que ha quedado verosímil su decisión de no inculpar a Elías?

P.F.: Pasa un poco como en el caso de Pol con Ana Saura, porque querría que cualquier persona pudiera entender por lo que está pasando. La gente se puede quedar con que tiene una mente perversa, que es cierto, pero me hubiese gustado no apelar a eso, sino a un «a ti también te convenceríamos». La idea sería apelar todavía más al Síndrome de Estocolmo, pero igual la serie perdería ritmo profundizando en el aspecto psicológico de su relación, lo que acabaría por ser un obstáculo.

Hay gente que se ha quejado de algunos capítulos por ser relleno, ¿Qué opinas sobre ello?

P.F.: espectador puede tener esa sensación, pero yo siempre he pensado cada escena desde la tesis de lo que quería contar, más allá de los avances de la trama. Entiendo que la gente se enganche a los interrogantes y quiera respuestas, pero siempre he querido desarrollar los conflictos interiores de cada personaje aunque no avanzaran en exceso la trama general.

¿Por qué apostaste por la escena final familiar y no por la de Ana Saura en rueda de prensa?

P.F.: Es muy sencillo, la serie no trata de personajes que consiguen sus objetivos y obtienen poder, sino que en todo momento se planteó como una serie en la que la estructura principal es la familia. Con todas sus amoralidades, sus odios, su respeto… pero es la familia, y por eso tendía que acabar con esa escena. La de Ana forma parte de su relato, pero no es el final de la historia como sí lo es la imagen familiar con la que se cierra la serie.

En un momento de la trama se vio como Alicia Castro quería separarse de su marido, pero finalmente sigue con él, ¿Cómo le explicarías esto al espectador?

P.F.: Bueno realmente queda abierto que sigan juntos porque ella le da una semana, ¿Quién te dice que después no se separan? Lo interesante es que cada uno interprete el futuro de cada personaje de la manera que quiera y no dárselo todo masticado. Y tanto Alicia como Juan Elías han demostrado que puede pasar de todo entre ellos.

¿Cuando Alicia se entera de que Eva ha muerto, llega ella a dudar de su marido?

P.F.: El pensamiento del espectador para mi era: Elías mata a Eva Durán, el espectador se queda en shock y una parte de ellos lo odia, y otros piensan que es muy guay. Se junta con Alicia y le vende la moto. Una parte del público piensa ‘qué guay que la pareja siga junta’. Algunas personas perdonan infidelidades sabiéndolo y se lo callan. Esto, aplicado a un crimen, es eso. Ella no cree que le haya apuñalado Elías porque ha escuchado a Santi Mur decir que ha sido él. No sabe si ha matado a Eva. Y, en modo simbólico, ¿quién no quiere que tu pareja mate a su amante? Hay algo romántico cuando Elías mata a Eva.

¿Crees que en este caso el final feliz para todos era que Elías consiguera su objetivo?

P.F.: Con Elías creo que ha habido varias fases en el público. Me parece que hemos conseguido que en los primeros 10 episodios el espectador vaya con él a muerte, como van con Alicia porque es un personaje muy poderoso y encima es madre, y la gente se implica con las madres que lo hacen todo por su familia. Pero también van con Elías, porque no puedes evitar empatizar al haber empezado la serie con él. A lo mejor es malo, pero es mi malo, no puedes evitar la empatía con él a diferentes niveles. Creo que el espectador ha tenido una relación de amor-odio hacia Elías a lo largo de los 16 capítulos.

¿Y por qué ganan los malos?

P.F.: La serie siempre ha ido de la familia: la familia es lo más importante, la familia explica quién eres… Es una exaltación de la familia, pero con una descripción llena de matices. Entiendo que genere incomodidad porque ganan los malos. Pero era impensable otra cosa. Les ha costado Dios y ayuda llegar hasta aquí y tenían que acabar juntos. Consiguen poner debajo todos los muertos, pero siguen adelante.

¿Y el final de Heredia como hay que entenderlo?

P.F.: Creo que hay un gesto de Elías de sentarse con él y compartir el puro, que es un perdón por todo lo que ha pasado entre ellos. Ensayamos una frase en la que él decía ‘ahora veremos como nos enfrentamos a esto’, a su caso, pero lo quitamos porque se entendía perfectamente que están juntos. Lo importante no es qué vaya pasar con Heredia a nivel de trama, como si se pasa cinco años en la cárcel, no importa. Lo relevante es la relación que tiene con Elías, cómo queda su vínculo.

¿Te llegaste a plantear cerrar la serie con la aparición de Ana en la primera tanda de episodios?

Me lo plantee porque la cabeza me iba a estallar después de estar dentro de la cabeza de estos personajes tan maquiavélicos. No quería renunciar a un final como el que tengo, por lo que me plantee hacer un flashforward al que fue el final, pero no tenía sentido dar ese salto y no conocer cómo llegaban los personajes a ese punto. Hicimos un intento, sin escribirlo, pero nos dimos cuenta de que no funcionaba.

¿Le ha perjudicado o beneficiado a la serie tener capítulos de 70 minutos?

P.F.: Empecé a escribir sin saber a qué cadena iría. Escribí el uno y me duró setenta. Yo estoy de acuerdo que es muy largo porque cansas al espectador. Pero esto lo paga una televisión. Pero me encontré que el dos y el tres duran más de 70. Y el último ha durado 105 minutos. El último capítulo duele cada secuencia. Te vas despidiendo poco a poco.

Muchos seguidores en redes sociales se preguntaban por qué el personaje de Eva Santolaria caminaba tanto, ¿tiene alguna explicación en la trama o simplemente es una casualidad?

P.F.: Bueno no sólo Eva. Es algo que no se ha apreciado. En cada escena se podían recorrer 300 metros. Se construía toda una coreografía compleja. En el caso de Marta, ésta vive de la trama porque no tiene vínculos emocionales. Es un personaje unidimensional. Podríamos hacer el capítulo 17 con Marta yendo a la policía denunciándoles. Eso hace que el personaje sólo viva de trama y es ahí donde había que correr. Venía del dramón y le hacía caminar. Llevaba trama, no emocionalidad. Y ojo que no es fácil hablar y caminar.

 

 

 

 

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