Se despide Likes hasta la próxima temporada. No ha sido uno de los espacios que más seguidores ha logrado en esta primera etapa de #0. Las audiencias no les han acompañado especialmente. Comenzaron sus emisiones con un prometedor 3% del share, pero fue desinflándose con el paso de las emisiones. Pero no es la audiencia lo que persigue este nuevo canal, sino ir un paso más allá. Apostar por nuevos formatos, nuevas temáticas que por cuestiones de rentabilidad no se abordan en otros medios. Acepto que fui el primero en no dar un duro por este espacio. Una hora sobre redes sociales me parecía todo un arte del funambulismo. Pero me equivoqué.
Likes ha tenido su espacio y, sobre todo, tiempo para encontrar su sitio. Si se hubiese emitido en cadenas más comerciales, con esas audiencias no habría durado ni dos semanas. Sin embargo, en las privadas cabe la calma, el sosiego y la tranquilidad de dejar respirar un proyecto. Esto ha sido fundamental para que el programa conducido por Raquel Sánchez Silva haya tenido una evolución tan interesante. Como venían comentando en los últimos días, abocados al repaso de su todavía corta historia al lograr cumplir 100 programas, o por el cierre de la primera temporada, "el Likes de ahora no tiene nada que ver con el de los inicios". Tampoco es que el espacio en sus primeros días de vida fuese una aberración, pero no terminaba de encontrar su sitio. Buscaban innovar, centrarse en las redes sociales como seña de identidad del programa, pero han ido abriéndose y explorando nuevos caminos sin perder de vista su misión principal. Al equipo se le notaba con ganas de gustar, con el entusiasmo propio de quien está trabajando hasta la extenuación por hacer un contenido competente.
Lo han logrado. Confieso que soy seguidor. Espero con ganas que el reloj marque las 20:30 horas para que comiencen 50 minutos de fluidez televisiva. El ritmo es vertiginoso. Los colaboradores entran y salen evitando que el espectador se canse de los contenidos. En la escaleta hay temas para todos los gustos, insisto sin perder de vista que esto es un programa sobre redes sociales. Los colaboradores transmiten una energía contagiosa. Desde el primero al último. Mención especial me merece Pere Aznar, naturalidad valenciana. Controla los tiempos con una espontaneidad pasmosa. Pilar de Francisco tiene algo que me atrae. Parece que en algún momento la vergüenza le va a llevar al bloqueo, pero todo lo contrario. Consigue salir airosa. Cuando menos lo esperas consigue colarte un chiste que te desarma. Así todos y cada uno de ellos. La sabiduría de Arturo Paniagua, la sencillez de Alejandro Alcaraz, la profesionalidad de Cristina Teva o el bagaje de Alberto Rey . Por otra parte están los comentaristas, se suman a la fiesta. Se nota que han ido a jugar, a disfrutarlo. Con permiso del resto, de los que están y los que se fueron, muestro públicamente mi admiración por Pepe Colubi. No solo es capaz de trufar su discurso con chistes picantones, y en ocasiones tan malos que te hacen soltar la carcajada, sino que su elocuencia en el análisis demuestra que es todo un genio. Ya lo viene haciendo desde hace años con los Ilustres Ignorantes.
Likes ha consolidado su escaleta. El análisis de la actualidad, da paso a la entrevista a un rostro relevante del panorama nacional con el que se repasa sus redes personales, a esto le siguen secciones conducidas por expertos en la materia y suele terminar con música, en ocasiones en directo. Una estructura que hace que los cincuenta minutos pasen volando y te dejen con ganas de más. Pero si aparte de todo esto hay algo que admiro de Likes es su capacidad de autocrítica, su transparencia a la hora de reírse de ellos mismos. Lo ha demostrado su presentadora, Raquel Sánchez Silva que se ha sumado a todos aquellos que han criticado su estridente sonrisa. Con total franqueza, sin exculparse. También lo hace Zahara, un descubrimiento exquisito. Esa claridad frente al espectador se agradece.
Este espacio de #0 que regresará en septiembre con novedades, parece que haya emprendido la misión de hacerte desconectar de los problemas. El buen ambiente flota en el plató, todos suman a favor, hasta los invitados llegan a pasárselo bien. Sin miramientos. Solo deseo una larga vida a Likes. Por sus ganas, por su tesón, por su entusiasmo, por querer trabajar para el espectador sin pedir nada a cambio.
Sigue toda la información de El Televisero desde Facebook, X o Instagram