La explicación que demuestra que NO existió tongo en 'Secret Story' contra Cristina Porta

La prueba de inmunidad de 'Secret Story' ha provocado una inmensa polémica con acusaciones de "tongo" por parte de los fans de Cristina Porta.

Los espectadores volvieron a la carga por lo que sucedió en la última gala de 'Secret Story: La casa de los secretos' cuando se disputó la prueba que otorga la inmunidad cada semana. Un juego que se convierte en decisivo, pues aquel que resulte ganador consigue que no pueda ser nominado por ninguno de sus compañeros y, además, un poder extra: el intercambio.

En esta ocasión, se jugó a algo similar al tiro al blanco. ¿Y en qué consistía exactamente? Pues bien, cada concursante tenía que lograr cosechar el mayor número de puntos posibles lanzando unas bolas de pintura a una especie de diana con varios números: el 3, 6, 9 y 12. La mayor puntuación (12) se encontraba en el mono con el que Lucía Pariente y Frigenti iban ataviados, pues ellos fueron utilizados como parte de esa diana.

Cada jugador contaba con la posibilidad de disparar tres dardos, en este caso bolas, por turno. Y tras finalizar ese round, el participante que hubiera sumado más puntos lógicamente ganaba. Así de simple. Sin embargo, la polémica estuvo servida una vez más como consecuencia del empate técnico entre Cristina Porta, Luca Onestini y Julen. Los tres contabilizaron 18 puntos.

No obstante, el público, o más bien los seguidores empedernidos de la periodista deportiva, entraron en cólera instantáneamente y comenzaron a extender la idea del "tongo" en redes sociales. Acusaban al reality de Telecinco de haber computado incorrectamente sus puntos y haber concluido que su última pelota había impactando en el 6 cuando, según esos fans, lo había hecho en el 9.

Si hubiera sido así y se hubiese dado por bueno el 9, Cristina habría logrado 21 puntos en lugar de 18; lo que significa que se habría alzado como líder indiscutible de la semana. Pero no fue el caso y, finalmente, ante ese empate a tres la organización no tuvo más remedio que repetir el tiro entre Julen, Porta y Luca. El que diera en la mayor puntuación resultaba victorioso.

Mientras todo esto acontecía, en redes la polémica se avivaba todavía más con numerosas acusaciones de amaño. En el vídeo se ve perfectamente que impacta en el 6. Al límite, sí, pero no da en el 9 si usamos la lupa de la precisión. A pesar de la evidencia, esa corriente crítica se agarró a que el líquido que contiene la bola se había desparramado sobre el número 9 para defender torticeramente que no se estaba siendo justos.

En ese sentido, cabe destacar que la organización, por boca de Jorge Javier Vázquez, explicó muy nítidamente que computaba solo donde hubiera impactado exactamente la bola, con independencia de hacia donde se deslizara y extendiera esa pintura que contenía la misma. Una consecuencia natural que se produce por la rotura de la pelota. Por tanto, la explicación era irrefutable y el resultado estaba más que claro pese a que muchos se esforzaran en empañarlo. Tras la repetición, Julen fue el ganador.