Crítica de 'Black Mirror 7' (Netflix): Radiografía de los seis capítulos y puntos fuertes y débiles de cada uno

Ya hemos visto los seis nuevos capítulos de la séptima temporada de 'Black Mirror' en Netflix y aquí nuestras opiniones... con algunos spoilers.

Black Mirror
'Black Mirror' está de vuelta con su temporada más emocional.

La antología creada por Charlie Brooker en el pasado 2011 regresa a Netflix este jueves 10 de abril con una nueva temporada de seis capítulos. 'Black Mirror' nos avisaba sobre los peligros de la tecnología y la codicia humana. Alegorías que servían para decirnos a la cara que, si tomábamos el camino equivocado, nos íbamos a arrepentir. Ya no solo como personas, sino como humanidad en su conjunto. Y aunque la serie ha dado grandes capítulos en sus ya más de una década de historia, ya no asusta como antes. Porque, oh sorpresa, hemos alcanzando la realidad de la que tanto nos avisaba.

La IA campa a sus anchas en nuestras vidas. Cada día estamos viendo nuevas evoluciones en robótica, medicina o incluso en viajes espaciales (¡Katy Perry va a viajar al espacio!). Así que ya no nos da tanto miedo la incertidumbre del futuro, porque se ha convertido en nuestro presente. Así que la séptima temporada tenía que dar un giro necesario. Había que evolucionar hacia algún lado. Había dos opciones: mirar mucho más hacia delante y plantear situaciones surrealistas y totalmente inverosímiles. O mantenerse fiel a su esencia. Es decir, dilemas humanos corrientes.

Así que 'Black Mirror' ha decidido optar por esta segunda opción. Y, aunque no está al nivel de sus mejores temporadas, sí que tiene pequeñas joyas que rescatar entre sus seis episodios. Porque se centra en la parte más emotiva de su adn. No busca tramas demasiado rebuscadas, sino que busca conectar con el espectador a un nivel más emocional, y en algunos momentos, lo consigue. Tenemos primero el episodio de 'Gente corriente' con Chris O'Dowd y Rashida Jones. En este se critica ferozmente el mundo de las suscripciones, pero aquí orientadas a mantener a alguien con vida. ¿Funciona? Sí. Pero el problema es que se vuelve repetitivo demasiado pronto, jugando un poco sucio en algunos momentos.

'Gente corriente' critica duramente las subidas de tarifas en nuestras plataformas de streaming.

Es decir, el capitulo se empeña en resaltar cuándo debemos llorar, y cuándo debemos llorar más. Así que por momentos no tiene una evolución orgánica sino demasiado forzada, y eso resta profundidad al conjunto final. 'Bète Noire' es el segundo capítulo, aunque ya sabemos que, al ser una antología, pueden verse en cualquier orden. Aquí volvemos a esos giros más surrealistas de temporadas anteriores. En este caso, una nueva chica entra en la oficina y trastoca toda la vida de la protagonista. El problema es que ella es la única que parece estar viendo que están pasando cosas raras. Obviamente, nadie la cree. Un episodio bastante olvidable.

Es 'Hotel Reverie' la verdadera joya de la temporada 7 de 'Black Mirror'. Con Issa Rae, Emma Corrin y Awkwafina como protagonistas, se mete de lleno en el mundo de la IA. Pero mostrándonos una realidad cada vez más palpable. Su uso en el mundo audiovisual, y cómo esto provoca que cada vez se difumine más la realidad de la ficción. En esta historia, la protagonista, una actriz famosa llamada Brandy Friday, acepta ser la protagonista del remake de un clásico del cine en blanco y negro. Pero no se un remake al uso. Se graba en directo, porque pueden meterla directamente dentro de la película, como si fuera una realidad alternativa.

Por supuesto todo se complicará, y la actriz quedará atrapada en ese mundo en blanco y negro donde todos los actores y actrices cumplen su papel pensando que son de verdad. Incluida la protagonista, a la que la Brandy idolatra. Aunque sean creaciones artificiales, ¿es moralmente aceptable dejarles 'morir' cuando acaba la película? Uno de los episodios más emotivos de la temporada y de la serie, con una banda sonora a la altura, y una Emma Corrin espectacular. Es el punto álgido de esta temporada 7 de 'Black Mirror'. 

Emma Corrin se luce en 'Hotel Reverie'.

'Juguetes', con un Peter Capaldi desquiciado peor muy contenido jugando a ser Dios nos recuerda demasiado a 'Bandersnatch'. Es terreno conocido para la serie. Y aunque funciona, su final abrupto no acaba de rematar na idea que podría haber sido mucho más interesante. Da demasiados tumbos y el final es claramente previsible. Y, tras este, tenemos otro de esos episodios emotivos que hacen que esta serie apele mucho más a los sentimientos y a la humanidad de sus personajes. 'Eulogy' tiene a un Paul Giamatti soberbio, repasando una relación ya olvidada, y reviviendo viejos traumas metiéndose, literalmente, en el interior de varias fotografías de su pasado. 

¿Recordamos lo que realmente pasó? ¿Lo recordamos a nuestra conveniencia? ¿Nos mentimos a nosotros mismos? ¿Nos gusta regodearnos en una tristeza autoimpuesta? Mucha reflexión sobre las relaciones humanas, con la tecnología muy en segundo plano. Y ya el último capítulo es una secuela innecesaria de 'USS Callister'. En este caso, llamada 'USS Callister: Into Infinity'. No acaba de encontrar su razón de ser y se siente demasiado forzada todo el tiempo. Tiene buenos momentos, por supuesto, pero se hace demasiado largo (dura cerca de una hora y media) y cierra una temporada que podría haber sido mucho mejor con otras decisiones. 

De todos modos, esta temporada 7 de ‘Black Mirror’ supone una clara mejora respecto a su anterior temporada. Pero aún así queda lejos de las mejores de la serie. Poco a poco la ficción de Netflix está autorreferenciándose demasiado, y tiene que encontrar de nuevo una razón de ser. Quizá en esta temporada 7 haya abierto una nueva puerta. Ya no hay que mirar tanto al futuro… sino a nuestro presente, igual de terrorífico.

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