Si hay un subgénero clásico en el thriller y el misterio, ese es el típico "¿quién ha sido?". Los fans del juego de Cluedo saben perfectamente lo que es. Al igual que los lectores de Agatha Christie. Poner las pistas a lo largo de la historia para que el lector (en este caso, el espectador) descubra por sí mismo la identidad del misterioso asesino. Hemos tenido grandes obras maestras con esta premisa. Y es un tipo de historia que últimamente ha vuelto a resurgir, sobre todo gracias a la brillante 'Puñales por la espalda'. Si os gustó la película protagonizada por Daniel Craig, entonces vais a disfrutar de lo lindo 'La Residencia', que ha llegado con 8 episodios este 20 de marzo a Netflix.
Su productora ejecutiva es ni más ni menos que Shonda Rhimes, la creadora de 'Los Bridgerton' o 'Anatomía de Grey'. Su productora Shondaland es sinónimo de éxito, y con 'La Residencia' no va a ser menos. Creada por Paul William Davies (guionista de 'Scandal'), esta nueva ficción de Netflix lleva el misterio hasta el límite, porque la premisa ya de por sí lo demuestra. ¿Qué pasaría si hubiera un asesinato en la Casa Blanca, el lugar más seguro del mundo? Esa es la base de la que parte esta ficción, perfecta para una buena maratón de fin de semana. Tras descubrir el cadáver del ujier mayor, interpretado por Giancarlo Espósito, hay que tomar una decisión: ¿Se cierra la Casa Blanca para buscar el culpable? ¿O se acepta la teoría de que ha sido un suicidio?
Para resolver el misterio, aparece entonces la detective Cordelia Cupp, a la que da vida Uzo Aduba, ganadora de tres premios Emmy por su papel en 'Orange is the new Black'. Ella es la base de toda la trama. Vemos la historia casi a través de sus ojos, y seguimos su peculiar estilo de investigación para descubrir lo que ha ocurrido. Porque no puede haber sido más inoportuno el asesinato: durante una cena de Estado con Australia, y con más de doscientos invitados. Entre ellos, Kylie Minogue. Un chiste recurrente que funciona… hasta que deja de hacerlo. Porque quizá ese sea el principal problema de ‘La Residencia’.
Es decir, la serie de Netflix mantiene muy bien el misterio. Además crea personajes divertidos y esperpénticos. Pero es verdad que el humor no siempre aterriza bien. Hay buenos chistes, hay situaciones surrealistas llevadas hasta el límite, pero en varias ocasiones, el humor acaba pecando de reiterativo. Bromas que se repiten tanto que acaban por no hacer gracia y parecer precisamente repetitivas. Tampoco juega mucho a favor la gran cantidad de sospechosos. Porque al final consiguen perder un poco al espectador y no ayuda a que conectemos realmente con ninguno de ellos.
Ocho episodios son demasiados. 'La Residencia' claramente habría funcionado mucho mejor como película, y con la mitad de capítulos. Eso es así. Pero pese a ello, es divertida, es original y uno se siente como en casa viéndola. Quizá gracias a la interpretación de Uzo Aduba, aunque se queda lejos del Benoit Blanc de 'Puñales por la espalda', al que incluso hacen referencia. En una comedia de misterio, el equilibrio es lo importante. Y, sobre todo, tenemos que temer por la seguridad de los protagonistas, de la detective en este caso. Una serie que lo hace a la perfección es 'Solo asesinatos en el edificio', sobre todo porque tiene un trío de personajes del que nos preocupamos. Del que queremos saber más sobre sus vidas. Eso no pasa con Cordelia Cupp.
Quieren hacerla tan excéntrica y distanciada de la realidad, que acaba por caernos regular, y no profundiza demasiado en su vida personal, por lo que sentimos que no la hemos llegado a conocer del todo. Aun así, 'La Residencia' funciona. Y lo hace por su velocidad. Ya no solo de ritmo sino de diálogos. Aunque puede apabullar en algunos momentos, ahí reside su principal fortaleza. Al igual que en sus secundarios, con actores como Randall Park, Julian MacMahon o Susan Kelechi Watson. Todos ellos ayudan a elevar el conjunto. Todos ellos funcionan y sus interacciones con la detective son la gasolina de la serie. También el formato juguetón, que cambia de espacio y de tiempo continuamente, para mostrarnos el juicio posterior al asesinato, y cómo los protagonistas van pasando por el estrado.
A nivel visual hay veces que se queda atrás. Esas escenas aéreas a vista de pájaro resultan bastante pobres en comparación con el resto. Pero lo solventan con una coreografía perfecta entre los pasillos de la Casa Blanca, y nos hacen partícipes de todo lo que ocurre en su interior. Al final acabamos conociendo cada recoveco de uno de los edificios más famosos del mundo, y eso es precisamente uno de los detalles mejor cuidados. Porque en una comedia de misterio como ‘La Residencia’, no solo los personajes o el misterio en sí son lo importante… sino el lugar donde se comete el crimen.
En definitiva, la nueva serie de Netflix se trata de un divertimento fácil y efectivo que va a funcionar muy bien, y ya se ha colocado en el top 3 de lo más visto de la plataforma en nuestro país, amenazando el reinado de la aclamada miniserie 'Adolescencia'. Pero le falta gancho para que realmente perdure. Porque una vez terminada, no deja poso, no acabas de recordar mucho de lo que ha pasado, y se queda en un divertimento más. Pese a ello, podría convertirse en una divertida serie antológica con más casos de Cordelia Cupp.
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