‘Mía es la venganza’ revela por qué el final no será el esperado en su capítulo 107 en Divinity

A 'Mía es la venganza' le quedan solo tres capítulos para llegar a su fin en Divinity y se avecina un giro de guion insospechado

Alejandro y Mario en 'Mía es la venganza'
Alejandro y Mario en 'Mía es la venganza' | Divinity

‘Mía es la venganza’ ha sentado las bases sobre su inminente desenlace en Divinity con el capítulo 107 que se ha emitido este martes. En contra de lo que presagiaba Mario, Lola ha ingresado en prisión nuevamente tras recibir el alta médica. El embarazo no le va a valer para su libertad provisional.

Además, todo han sido malas noticias, pues la joven se niega a inscribirse en el programa de desintoxicación que le había encomendado Mario. Está desanimada y quiere tirar su vida por la borda. Así que él se apresura a ir a la cárcel para convencerla. El problema es que se encuentra con un ultimátum inesperado que lo cambiará todo: cuando él renuncie a sus planes de venganza, ella se apuntará a ese taller. Para creer en el futuro hay que romper las cadenas que ambos llevan. Y el hijo que esperan juntos es un aliciente.

Por su parte, Sonia se entera por Olivia de que Mario va a ser padre y empieza a maquinar un plan. La empresaria envía a Alejandro a casa de Mario y le hace una oferta para comprarle sus acciones del club a cambio de una suma de dinero irrechazable, por encima del mercado, pero se niega a aceptar inicialmente.

Entretanto, Isabel se despide de Sonia y le anuncia que se marcha a vivir a Málaga, pero no sin antes acusarle de traidora y de actuar por despecho para quitarle de en medio y reconquistar a Alejandro. Pero Sonia no se queda de brazos cruzados y le encarga a Montes investigar sobre ella y sacarle trapos sucios. Antes de irse, Isabel también ha querido despedirse de Alejandro y volver a disculparse, ya que esta efímera relación ha sido especial.

Además, Orson le ha restregado a Andrés que él y Fernando se han reconciliado y que van a empezar los trámites de adopción. También se lo comunican a Sonia, que queda fuera de juego. Su reacción no es la que esperan y, en solitario, la dueña de Los Olivos le advierte de que Orson puede no querer ser padre tanto como él. Teme que sea un parche para remendar la relación.

Por último, Nacho no puede más con Sara y está a punto de tirar la toalla, y Lucía le ha transmitido a Blanca que no quiere ir a la fiesta familiar por su cumpleaños.

Avance capítulo 108 de ‘Mía es la venganza’ – Miércoles 8 de noviembre

Mario valora la posibilidad de abandonar la venganza contra Sonia Hidalgo para poder centrarse en el embarazo de Lola y futuro hijo. Sonia sigue obsesionada con recuperar a Alejandro a toda costa, pero su plan no sale como esperaba, ya que Montes, a las órdenes de Jaime, consigue una grabación que demuestra la trampa que la dueña de ‘Los Olivos’ tendió al abogado y a Isabel. Por otra parte, Fernando recibe la visita del psicólogo del Servicio de Acogida de Menores para evaluar su idoneidad y la de Orson para acoger al niño.

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María Verdoy en 'Socialité'.
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