Crítica ‘Los herederos de la tierra’: Una secuela de ‘La catedral del mar’ que se queda a medio gas

Los herederos de la tierra
Netflix

Netflix estrena este viernes 15 de abril los 8 episodios de golpe de ‘Los herederos de la tierra’

La ficción española siempre se ha caracterizado por tener una cierta inclinación hacia las series de época y, sobre todo, en los últimos años. Ahí están ‘Isabel’, ‘El Cid’, ‘Águila Roja’, o de una historia más reciente como ‘Las chicas del cable’ o ‘Velvet’. Y, entre ellas, encontramos ‘La catedral del mar’, estrenada en 2018 y que adaptaba el éxito literario de Ildefonso Falcones. Ahora nos llega su serie secuela, ‘Los herederos de la tierra’, y la crítica no está tan entusiasmada como con su predecesora.

‘La Catedral del mar’ nos trasladaba a la Barcelona de comienzos del siglo XIV, y nos contaba la historia de Arnau Estanyol mientras tenía lugar la construcción de la catedral de la ciudad. Con un reparto plagado de estrella, entre los que destacaban Aitor Luna, Michelle Jenner, Ginés García Millán o Daniel Grao, ‘La catedral del mar’ fue un éxito en su emisión en Antena 3. Era cuestión de tiempo que Atresmedia comprara los derechos de la continuación y lo llevara al terreno audiovisual. Pero no todo funciona igual, y se notan prisas. Y ya sabemos que las prisas no son buenas consejeras.

Así es ‘Los herederos de la tierra’

La historia de ‘Los herederos de la tierra’ comienza 4 años después del final de ‘La Catedral del mar’ y nos presenta a un nuevo personaje, Hugo Llor, hijo de un marinero fallecido, que siempre va vestido con harapos y ni siquiera tiene zapatos. Trabaja en las atarazanas, lugar donde se reparaban y construían embarcaciones. Y tiene ese empleo gracias a la generosidad de Arnau Estanyol, que aquí vuelve a ser interpretado por Aitor Luna. También nos reencontramos con Mar, su mujer, interpretada por Michelle Jenner, y la primera vez que los vemos, están despidiendo a su hijo, que se embarca en una travesía hasta Alejandría, nada menos.

Pero el verdadero protagonista es Hugo Llor, brillantemente interpretado por David Solans. De hecho, quizá sea el actor más natural de todos los que aparecen a lo largo de los 8 capítulos de la serie. Puede que su paso por la reivindicable ‘Merlí’ le haya ayudado a ganar esa naturalidad. Porque el resto de personajes, salvo quizá Michelle Jenner, pecan de una teatralidad a veces exagerada. Y eso es problema también de una construcción un tanto pobre de los personajes. En ‘Los herederos de la tierra’ los buenos son muy buenos, y los malos son muy malos. No hay término medio. No hay grises. Y eso lastra el conjunto final.

Un ritmo inicial atropellado

Este problema lo identificamos casi desde el principio, cuando aparece de nuevo la familia Puig, dispuesta a cobrarse una venganza que lleva años acariciando. Y todo explota en dos primeras episodios de auténtico vértigo, el que no dejan de pasar cosas continuamente, ni siquiera dando al espectador tiempo para digerir lo que ocurre. Por suerte, el ritmo de la serie se va pausando según pasan los episodios, y nos da tiempo a empatizar mejor con los personajes, algo que se agradece y juega a favor de la serie.

Convertido en una suerte de Conde de Motencristo, seguiremos las andanzas de Hugo Llor a lo largo de los años, interpretado primero por David Solans y luego por un más que correcto Yon González. Y lo único que queremos es que llegue su venganza tanto tiempo anhelada (no diremos la razón para no estropear uno de los giros del comienzo de la serie). Pero sobre eso se sustenta toda la serie y peca de altibajos, dando la impresión de que la serie podría haber contado la misma historia en dos episodios menos. 

Técnicamente sobresaliente

Los herederos de la tierra

Pese a todo, la historia funciona, y ‘Los herederos de la tierra’ es una digna sucesora de ‘La Catedral del mar’, aunque más difusa. En el apartado técnico, como siempre, destaca su puesta en escena y cómo nos sumerge en esa Barcelona del siglo XIV, con sus intrigas palaciegas y sus venganzas pasionales. Aunque hay veces que se nota la falta de presupuesto ya que no hay grandes batallas y, cuando parece que las va a haber, todo se resuelve en tres o cuatro planos.

‘Los herederos de la tierra’ ha cambiado además la estrategia de su predecesora y se ha estrenado directamente en Netflix, los 8 episodios de golpe, en vez de probar en la televisión ene abierto. Una nueva forma de mover este tipo de series, a las que cada vez les cuesta más encontrar su hueco en la parrilla televisiva. Y puede que eso juegue en su contra, ya que no es una serie para ver de maratón. Básicamente porque no dejan de pasar cosas terribles a sus protagonistas. Y no exageramos: llega un punto en el que cansa tanta tragedia. Aunque es de agradecer que, en esta versión, se hayan recortado bastante las violaciones, cuya repetición era bastante incómoda en la novela original. 

«Hugo es un personaje que lo tiene complicado en la vida, le pasa absolutamente de todo. Su padre muere al principio de la serie, después le separan de su mejor amigo, la chica que le gusta también tiene problemas, luego le dejan solo… Ha sido la primera vez que me he preguntado hasta qué punto se puede hundir uno»

David Solans, uno de los protagonistas de ‘Los herederos de la tierra’

Si os gustó ‘La Catedral del mar’, ‘Los herederos de la tierra’ os funcionará a las mil maravillas, aunque puede que echando un poco de menos una trama más firme. Admitámoslo: nos encantaba todo el proceso de construcción de la catedral, y aquí se la echa de menos.

Los herederos de la tierra

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