El médico Jesús Sánchez Martos ha hablado de cómo le ha afectado colaborar en 'Sálvame' y sus consecuencias.
El doctor Jesús Sánchez Martos se colocó en la palestra cuando hace más de un año fichó por 'Sálvame' para participar en las mesas que se organizaban sobre el coronavirus. Se convirtió en la voz de la conciencia sobre la pandemia en el programa de Telecinco y, luego, el reconocieron su labor con una sección de divulgación y salud que mantiene.
No obstante, antes de su salto a la televisión, su carrera estaba más que atesorada. Licenciado en medicina, fue Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid y ha volcado su vida profesional en la investigación. Con todo, ahora, en una entrevista para 'Diez Minutos', ha hablado abiertamente sobre las consecuencias que ha tenido "estar en un medio de comunicación".
"Cuando yo empecé en pleno confinamiento en 'Sálvame' no había divulgadores que dieran respuesta a las preguntas que se hacía la gente. A mí me dieron la oportunidad de hacerlo y llegaron a tener una audiencia de tres millones y medio de espectadores", dice contento sobre la enorme repercusión que alcanzaban sus mensajes y sus explicaciones entre el público.
Sin embargo, entre las luces también hay sombras y del mismo modo ha contado la cara amarga de participar en 'Sálvame'. "También tengo que decir que he perdido colaboraciones por en 'Sálvame'. Una persona me llegó a decir que de esta aventura televisiva podía salir muy reforzado o hundido", prosigue el popular médico.
Pero, pese a ese peaje, no se arrepiente y no le preocupa nada. "Yo ya he conseguido todo lo que perseguía en mi vida. Si alguien no me habla o critica por estar en Telecinco es su problema. Solo tengo buenas palabras para los directivos de la cadena, de La Fábrica de la Tele, para el público y, por supuesto, para Jorge Javier", asevera muy tajante Sánchez Martos.
Además, el doctor lanza una reflexión muy personal: "Mis hijos no se van a llevar mucha herencia mía. Se van a llevar el que ha sido siempre un lema en mi vida: libertad e independencia. Podemos hablar de honestidad, de ética, de lo que quieras, pero siempre dentro de la libertad e independencia, me da igual donde esté".
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