Paz Padilla se ausentó en las audiciones de 'Got Talent 6' por la enfermedad y muerte de su marido Antonio Juan Vidal.
Telecinco estrena este viernes a las 22.00 horas la sexta edición de 'Got Talent España', que volverá a contar con Santi Millán como maestro de ceremonias. En la mesa del jurado se mantendrán Risto Mejide, Edurne y Dani Martínez. Quien no estará en las audiciones será Paz Padilla, que se incorporó después en la fase final.
Durante la rueda de prensa virtual celebrada este miércoles, la presentadora de 'Sálvame' ha confesado cómo fue volver a su puesto de jurado tras la muerte de su marido el pasado mes de julio.
"Me incorporé a la mitad del programa y me sentí protegida y arropada por mis jefes", empezaba confesando. Y es que Paz ha querido agradecer a Mediaset que dejara su silla vacía y contaran con ella: "Lo fácil hubiera sido sustituirme, pero me dieron el tiempo que necesitaba. Yo me sentí muy arropada, muy protegida y reservaron mi espacio”.
"Me planteé si incorporarme porque es un programa de emociones y yo estaba muy blandita"
"Me planteé si incorporarme porque es un programa de emociones y yo estaba muy blandita para enfrentarme a él porque me podía dañar muchísimo. Pero me demostró que la vida es maravillosa gracias a unas historias maravillosas", proseguía diciendo.
"Es uno de los programas más bonitos de la tele, que es la vida misma, que no podemos dejar de ver porque te enseña tanto. Esta edición es muy especial porque vamos a ver muchas historias en las que la pandemia ha marcado mucho y que no va a dejar a nadie diferente”, añadía muy emocionada.
"'Got Talent' me ha dado muchas ganas de vivir"
Preguntada por si le costó mucho volver al programa y si le sirvió de terapia, Paz no lo dudaba. "He estado muy sensible, pero me dio mucha vida y muchas ganas de vivir. Got Talent me demuestra que la vida es preciosa y que las historias de superación que se ven en el escenario hay que emularlas", reconocía.
Pero además una de las cosas que más le ha costado al incorporarse a esta edición fue el mantenerse quieta sin poder tocar a nadie por la pandemia. "A mí, que soy una persona muy tocona, que me dijeran por el pinganillo 'Paz, no toques, no te acerques'. Me resultaba raro, pero en medio de una pandemia no se podía hacer, claro", aseguraba.
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