No cabe duda alguna que el triunfito sería un buen imitador.
Todos sabemos que el fenómeno Operación Triunfo volvió a nuestras vidas gracias a TVE y su productora, Gestmusic Endemol. No era fácil caer en el fracaso después de su repentino adiós años atrás en Telecinco. Audiencias muy buenas para la cadena, gran aceptación en las redes sociales y gran impacto mediático han sido claves. Éste mismo verano el equipo de casting se recorre España en busca de los nuevos triunfuitos/as. Si todo sucede como lo esperado, la nueva edición de OT volverá en otoño.
Dentro de los talents o realities hay concursantes de todo tipo: reservados, acaparadores, primos de Casper, egocéntricos o simplemente aquellos que gracias a su personalidad y evolución consiguen conectar con el público. Siguiendo con la estela de OT 2017, aparte de la mayoría de finalistas que gracias a permanecer tres meses en antena los conocemos más, ha habido un concursante que nos ha divertido, entretenido y sobretodo nos ha eclipsado con su sentido del humor. Ese no es otro que Ricky, el mayor de los participantes de la edición pasada. La experiencia, tablas y seguridad encima del escenario hacían que gala a gala sus actuaciones fueran potentes. No es que entrara a la academia para aprender de cero ya que en su caso ya cantaba y tenía temas suyos subidos en Youtube. La mecánica del programa es la que es y el target de público también y claro no superó la quinta gala, en ella fue expulsado.
Fuera de la academia, el mallorquín, gracias a su cuenta de Instagram ha conseguido no caer en el olvido y por sus publicaciones fidelizar su público. Naturalidad, simpatía e imagen son sus bazas principales. El sentido del humor es algo que lo identifica y perdurará en el tiempo la referencia propia a su foto oficial como concursante de OT donde añadía: “Ese día me dolía el cuello” ya que posaba alzando una de sus manos por detrás del cuello. Actualmente Ricky ha sacado un single propio llamado Nuestra Isla y junto a sus compañeros se recorre el territorio nacional gracias a la gira derivada de OT. Todo tiene fecha de caducidad y cuesta mucho no caer en el olvido si no estás en el candelero de manera seguida. ¿Por qué no podríamos ver a Ricky junto a Soraya Arnelas o Anabel Alonso, ellas ya confirmadas para Tu Cara Me Suena 7? Al ser alguien polifacético puede encajar a la perfección en el formato y seguramente estaríamos delante de actuaciones de nivel bajo sus performances semanales. Experiencia en escenarios tiene, es una cara algo popular, sabe cantar y no conoce la vergüenza, entonces puede ser un claro candidato.
El pregón del Orgullo Gay madrileño de éste año estaba protagonizado por rostros de la edición pasada de OT como Marina o Agoney acompañados de sus dicharacheros profesores Los Javis. Ver la ausencia de Ricky en ese balcón no era comprensible ya que él tiene la misma popularidad que el resto. Parece ser que el problema fue la edad, sólo se quería a gente de veinte años o que no llegara a los treinta. Sin sentido alguno, sin comentarios al respecto.
Sólo resta esperar para ver si finalmente Ricky es llamado de nuevo por Gestmusic para verle saltar de cadena. Viviría una experiencia enrome convirtiéndose así en concursante de la séptima edición de TCMS de Antena 3. La ventaja del cantante es que la dirección lo conoce de sobra y sabe cuál es su perfil y aquello que puede transmitir a la audiencia. A parte de la voz, su físico e imagen hacen que llame la atención. Esperemos entonces verlo en la lista completa de los elegidos para ésta nueva temporada de TCMS.
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