Juan Carlos Rivero se pronuncia en una entrevista sobre las críticas que recibe en Twitter cada vez que comenta un partido en TVE.
Es habitual que cada vez que se emite un campeonato de fútbol en televisión, el encargado de narrar los partidos se sitúe en el foco de todos. Le pasaba a Manu Carreño cuando retransmitió Eurocopas y Mundiales en Mediaset y le ha pasado este año a Juan Carlos Rivero al comentar los partidos del Mundial de Qatar en TVE.
Y es que no había partido en el que el nombre de Juan Carlos Rivero no se hiciera trending topic. Generalmente con críticas por su forma de narrar los partidos y sobre todo por sus errores al dar algún nombre de jugador. Pero tampoco pasaban desapercibidos algunos comentarios que incluso él mismo tuvo que pedir perdón por si se le había malinterpretado.
Ahora en una entrevista para Relevo.com, Juan Carlos Rivero hace balance de su trabajo en el Mundial de Qatar 2022. Para empezar reconoce que no se esperaba poder vivir su cuarto mundial como comentarista. "No contaba en absoluto con que tuviéramos la oportunidad de volver a cubrir un Mundial. Hace 24 años que no habíamos estado en un Campeonato. Es un éxito tremendo que una televisión pública haya conseguido -y en nuestros país, donde hay televisiones privadas muy fuertes- los derechos del Mundial. Ha sido una negociación fantástica, lo tendré que agradecer siempre y no lo esperaba", asegura.
Finalmente, Juan Carlos Rivero narró 18 de los 19 partidos que retransmitió TVE del Mundial de Qatar. Y en todos ellos, su nombre se convertía en tendencia en Twitter. Al preguntarle por cómo vive que se le mire con lupa, es claro. "Yo conozco mis limitaciones. Sé hasta donde puedo llegar y soy el primero que lo tengo asumido. Fui trending topic por equivocarme en un jugador, por un fallo, por cualquier cosa. Me afecta bastante menos de lo que ellos querrían", empieza diciendo.
"¿Lamento haberme equivocado? Sí, cometo algún error. Hay una red de infalibles ahora que se mueven en las redes sociales y yo les deseo lo mejor. Te lo digo con toda sinceridad. Les deseo lo mejor. Cuando son a veces muy maleducados, lo paso rápido. Y hay veces incluso que es peor, porque alguien se inventa una cosa que no has dicho, entonces todo el mundo sigue esa rueda, "todo el mundo", ese tipo de gente sigue esa rueda y hasta donde quieran. No me afecta mucho. Soy muy consciente de lo que soy, de dónde llego, de lo que puedo hacer y no le doy la importancia que, probablemente, la gente de fuera piensa que le doy", prosigue declarando Rivero.
"Hay una tendencia que, si haces 98 aciertos pasas desapercibido y, si de esos 98 sobre 100 tienes dos errores, entonces todo el mundo se agarra a eso. Tendrían que hacérselo mirar, exactamente cuál es su objetivo de vida. No es un asunto mío. Por eso ni me interesa mucho, salvo que sean cosas que digo: "Hombre, esto está bien", sentencia al respecto Juan Carlos Rivero.
Asimismo, el periodista de RTVE tiene claro que en Twitter lo que se mueve es el odio por el odio. "Hay que escuchar a los demás, eso está bien. Pero todo lo demás, ni me interesa mucho ni pierdo el tiempo con algo que no puedo controlar. Sé perfectamente qué tipo de gente se esconde a través de un anónimo en Twitter. No pasa nada. Por la calle nunca nadie me ha dicho nada de lo que aparece a veces ahí. Nadie, nunca. Jamás", concluye.
"El mundo no está solo en Twitter"
Sobre si terminan afectándole las críticas a él y a su entorno, Juan Carlos Rivero es sincero. "Lo que se dicen son barbaridades. Entonces, es una comunicación unidireccional. A mí no me llega. Es como una pelota que tiras a un frontón y la pared la devuelve. Aquí es que no llega ni a la pared, no me llega, no participo de esa comunicación. No me interesa", asevera.
"Hay que relativizar las cosas. Puedes ser trending topic con 4.500 mensajes en una transmisión de televisión que va para seis millones y medio de personas. Es decir, la opinión no está sólo en la gente que grita en Twitter. No me parece justo para todos los demás. El mundo no está sólo en Twitter. Eso es una trascendencia que, quien quiera dársela que se la dé. Por ejemplo, hay veces que un programa de televisión puede tener un gran seguimiento en las redes y luego tener muy poquita audiencia. Pasa muchas veces, porque son públicos diferentes. El público que interesa es el que te ve, no el que opina sin verte, que muchas veces hay gente que opina sin verte ni escucharte", termina reflexionando.
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