Crítica de la semana: El precio que se paga por ahorrarse cuatro perras

ANÁLISIS | Semana del 23 al 29 de agosto de 2021

El tema de la semana en los corrillos televisivos, más allá de las declaraciones del pleistoceno de un humorista que nunca tuvo gracia, es sin duda la guerra entre Antena 3 y Telecinco por liderar el mes de agosto. Una guerra que tiene su punto clave en la batalla por las tardes, un bastión que siempre fue de Telecinco y que por su tacañería ahora mismo podría caer en manos de Antena 3.

Por mucho que algunos se empeñen en culpar a ‘Sálvame‘, el germen de este cambio de tendencia se remonta dos años atrás. Todo empezó con la marcha de ‘Pasapalabra’. Desde ese día Telecinco jugó con fuego y decidió dejar el futuro de sus tardes en el aire. Alguna mente pensante en los despachos de Mediaset consideró que era mejor no pagar los derechos del concurso y prescindir de los servicios de un programa que llevaba liderando su franja durante años.

Teniéndolo todo, Telecinco pecó de soberbia. Y mucho. ‘Pasapalabra’ le aportaba a la cadena no solo el liderazgo en una franja de máxima audiencia, sino también la afluencia de un público alejado del universo Telecinco. Un tipo de espectador que probablemente no tenía ni idea de quién era Pepi Valladares, pero que aprovechando su visita diaria a la cadena era perfecto para atrapar con la promo de una nueva serie o talent show de la cadena.

El programa del rosco se marchó y Antena 3 lo recicló con maestría. Con el mejor presentador de concursos que hay en la actualidad y con una dinámica de juegos mucho más entretenida. Poco a poco se fue consolidando hasta liderar con holgura su franja. Pero no quedó aquí la cosa, el reinado indiscutible de ‘Pasapalabra’ y la cantidad de espectadores que genera su tramo final llevaron a los informativos de la cadena a ser los más vistos.

¿Y qué hizo Telecinco para frenar esto? Pues se estrujó poco los sesos, la verdad. Estiró el chicle de ‘Sálvame’ hasta las cinco horas, debilitando todas sus ediciones al tener que alargar sus tramas hasta la extenuación. Lo que antes se condensaba en 4 horas, que ya eran muchas, tuvo que ampliarse un poco más.  Añadiendo un poco más de agua a la fórmula, bajando la intensidad con el único fin de hacer durar más el brebaje.

De tanto estirar y al tener un solo programa tantos flancos con los que luchar, se abrió la veda para que se fueran colando nuevos enemigos. ‘Sálvame’ inició una guerra suicida en la que tenía que parar la sangría de enfrentarse a ‘Pasapalabra’ a la vez que le venía un tanque turco por las tardes. La falta de temas potentes en el mundo rosa y la oxidación de algunos colaboradores terminaron de dar alas a la competencia que supo aprovechar a la perfección las debilidades de Telecinco.

Ya veremos cómo van las cosas en otoño, todo puede pasar con ‘Sálvame’, su capacidad para seguir sorprendiendo después de 12 es innegable. El que lo tiene más jodido es el informativo de Piqueras y Lago, que ha pasado de ser el más visto en España a no aparecer actualmente en el ranking de los 10 programas más vistos del día. Una víctima más de la fuga de ‘Pasapalabra’, una pérdida que supuso mucho más que prescindir de un formato líder. Por ahorrarse cuatro perras con el concurso del rosco podría llegar un cambio de ciclo en el reparto de audiencias que no se producía desde hace años.

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