La protagonista de la docuserie ha narrado el infierno que vivió por la aparición de Rodríguez Menéndez en su vida
Rocío Carrasco ha relatado en 'Rocío, contar la verdad para seguir viva' lo mal que lo pasó durante su separación de Antonio David Flores por la llegada de Emilio Rodríguez Menéndez. Además, la protagonista de la docuserie ha desenmascarado a su expareja y ha confesado cómo era la verdadera relación entre su ex marido y Rocío Jurado. Aunque en un principio la sentencia de separación la gana Rocío Carrasco, la llegada de Menéndez hace temblar de terror a la madre de David y Rocío Flores.
La joven no ha dudado en hablar lo mal que llevó su familia su separación y como Antonio David se aprovechó de su familia. "Llegaba a casa a las dos de la mañana, mi madre tenía que abrirle, le decía a mi madre que llamase al servicio y le pusiese la cena y después no se la comía", relata como ejemplo de los feos que le hacía a su madre. Por otro lado, desvela el motivo por el que Jurado siempre calló: "Él jugaba con que ella no iba a hacer nada hiciera lo que hiciera y que él se iba a quedar ahí. Que mi madre no le iba a decir puerta. Porque mi madre no le adoraba, le temía como al demonio. No quería un escándalo".
Una vez Rocío Carrasco gana la demanda de separación a Antonio David Flores y se queda con la custodia de sus hijos, el infierno se alarga: "Decide seguir atemorizando a mi madre, a mí, a la familia, y no contento con eso, recurrió la sentencia a la Audiencia Provincial". Todo cambia con la aparición de un nuevo personaje. "Y para ese recurso del miedo se pasa al terror porque entra un personaje con contactos del esferas más bajas de la sociedad hasta las más altas: el abogado Emilio Rodríguez Menéndez".
Rocío Carrasco ha relatado el miedo que pasó al convertirse Rodríguez Menéndez en el abogado de Antonio David Flores. "Entonces pasó de infundir miedo a terror. Empecé a tener llamadas extrañas tanto de gente conocida como desconocida. Nuria Bermúdez llamó a mi casa para quedar conmigo y darme una información que me serviría para la separación. Era para seguir creando escándalo", explica. "Demostró no tener ningún tipo de escrúpulo" y asegura que era tal el terror que "miraba el coche, la casa, lo miraba todo, no sabíamos lo que nos podía pasar".
Tras esto, Carrasco ha estallado contra Flores por cómo ha vendido durante años su relación con Rocío Jurado. "Luego tengo que escuchar que la quería, que la amaba, que lo adoraba... es mentira. A ver si se entera ya el mundo entero que es mentira, que le temía como al demonio y que se murió pensando que le iba a tener que pagar mil millones de pesetas por haber defendido a su hija y haber dicho una verdad como un templo de grande: que me maltrataba, que me quería quitar a mis hijos y que era nefasto. Y se quedó corta".
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