Luz Sánchez-Mellado: «‘First Dates’ es un estudio sociológico del paisanaje español»

Patricia J Garcinuño
Patricia J Garcinuño

Hablamos con la periodista de El País sobre el confinamiento y la tele que ve estos días

Fotografías: Patricia J Garcinuño

Tras recordarle en un mensaje que teníamos la entrevista esa tarde, acordamos que sería vía Skype. Los nuevos tiempos. Por si fuera poco es de las pocas que accede a que entrevistada y entrevistador se vean las caras, y eso que no suele ocurrir si no es estrictamente necesario. Al unirnos a la conversación cuenta que acaba de terminar la entrevista a Javier Cansado que sale hoy en la contraportada de El País mientras se prepara para la que viene a continuación.

La periodista Luz Sánchez-Mellado, que luce su uniforme ya que acaba de llegar de la ansiada calle de hacer un reportaje que también sale este domingo en El País, coloca en equilibrio su teléfono encima de una olla express. «No sé lo que durará», añade.

¿Cómo llevas el confinamiento?

Hoy es el primer día que salgo a currar a la calle para hacer un reportaje para el domingo en El País. Es la primera vez que en siete semanas que me pongo el uniforme, que para mí es ponerme tacones, un vaquero y vestirme de persona. Es una sensación extrañara, como de euforia y a la vez de tristeza. Una cosa es ver la vida otra vez empezar a rebrotar, los comercios medio abiertos, y otra cosa es lo que nos hemos dejado por el camino, yo vivo junto al hospital de Alcalá de Henares, que ha sido uno de los grandes escenarios de esta crisis y tienes esa sensación rara del peso de saber que esto no ha acabado.

Por otro lado el encierro no lo llevo mal. Lo estoy pasando con mis hijas, que son adultas y a las que veía como mucho media hora al día, he pasado de madre ausente a madre omnipresente. Ha sido una experiencia buenísima, mejor de lo que pensaba, pensaba que íbamos a tener más roces de convivencia. Ha sido una experiencia fascinante vivir a dos mujeres que has parido, mi gran revelación de estos días.

En redes sociales has enseñado que has sido de las afortunadas que ha podido ir ya a la peluqería.

Forma parte de la vuelta a la normalidad. Hoy ha sido la minivuelta a la normalidad de no tener raíces en el pelo, así que hoy estoy especialmente eufórica. Se me pasará cuando vea que estamos en una situación jodida, aunque tenemos permitirnos nuestros momentos de alegría dentro de esta mierda en la que estamos.

¿Cómo ha sido el teletrabajo?

Yo no me puedo quejar porque soy una privilegiada y lo he llevado bien porque tengo un trabajo más creativo que otra cosa, realmente no lo he llevado mal. Nos hemos sumergido en el teletrabajo a una piscina sin agua, para el periódico ha sido una prueba de fuego que han sacado mis compañeros a fuerza de músculo, profesionalidad y horas.

Yo reconozco que trabajo mejor en la redacción, en un bar o en la puta calle que en mi casa, porque todo es distracción ya que me distraen la nevera, la tele, mis hijas, la lavadora y las musarañas. Necesito el ruido de la gente.

Luz Sánchez Mellado | Patricia J Garcinuño

Hace mes y medio escribías una columna sobre el Palacio de Hielo hablando de lo que sentías viendo como ese centro comercial se había transformado en una morgue en la que decías “creo haber sido otra persona en otro tiempo y otro planeta. Lo peor es que es este” ¿En qué has cambiado durante esta crisis?

Soy una afortunada porque no me ha tocado de cerca la enfermedad salvo porque tengo cerca gente cuyos seres queridos si lo han pasado. Creo que nos ha trastornado porque nuestra alegría nunca va a ser la misma, vamos a tener siempre una especie de alivio de luto. Por una parte vamos a tener la alegría de recuperar la vida y por la otra lo que hemos dejado y la desconfianza al otro en el sentido de que cualquiera puede ser potencialmente peligroso, y eso es nuevo para todos. Ir con eso a cuestas va a duro para todos, al menos este verano.

Soy una fan absoluta de ‘First Dates’ porque me parece el National Geographic español.

Por ejemplo, no besarse. Hoy que he salido a la calle y he coincidido con un fotógrafo al que no veía desde hace años no he podido abrazarle. Ni siquiera darle la mano, lo he tenido que saludar a dos metros. Yo no quiero ser sueca, quiero ser española y mediterránea. Nos va a costar muchísimo.

Eres de las pocas personas que ha accedido a hacer la entrevista por videollamada.

En mi generación somos analógicos, nos hemos tenido que digitalizar a la fuerza. Cuando empezó esto nunca había hecho una videollamada y evidentemente, si no estuviera recién venida de la peluquería y pintada no hubiera dicho que sí, pero esto es una cosa mía porque soy muy coqueta. Nos hemos tenido que «telellamar» porque para vernos nos hace falta esto.

Yo que me dedico a hacer entrevistas ponía como condición que fueran presenciales para mirar a la gente a los ojos. Como estamos todos un poco de nuevas en este mundo estamos todos un poco desarmados, en un mes habremos perdido esa inocencia, al menos los de mi generación, e incorporaremos el personaje a las videollamadas. Además, sin conocerse, es una cortesía que el otro te vea la cara.

¿Qué estás viendo en la tele?

Yo no veo mucho la tele por falta de tiempo, y para mí es la evasión más absoluta. Soy una fan absoluta de ‘First Dates’ porque me parece el National Geographic español, es flora y fauna porque es un estudio sociológico maravilloso del paisanaje español.

Me he incorporado también a las series, porque hasta ahora no tenía fibra óptica porque tenía un ADSL del paleolítico y cuando mis hijas empezaron a telestudiar y yo a teletrabajar, petó. Ahora estoy como una niña con juguetes nuevos porque estoy empezando a ver todas las series de las que todo el mundo hablaba y no había visto. He visto entera ‘Vota Juan’, que me ha gustado mucho porque trata mucho el cómo se comporta la gente en la trastienda y a mí me interesa ver cómo es la gente fuera de cámara, también he visto ‘Chernobyl’ y ‘The Crown’. Y eso que no soy muy de series, para verla me tengo que enganchar desde el primer capítulo, me gusta lo casual. Me gusta la tele como entretenimiento puro y duro y fragmentado. Las pelis de tarde también me gustan, donde sabes lo que va a pasar pero no puedes dormirte la siesta, es como una especie de glutamato.

¿Cómo ves el tratamiento informativo en televisión?

Depende del formato, todos conocemos los infoshows de la mañana. Esta pandemia ha puesto de manifiesto todas las virtudes y todos los defectos del periodismo. Creo que nos estamos conteniendo todavía, pero la línea es muy delgada entre información y espectáculo, y a veces creo que se ha cruzado. Lo que sí que es intolerable es la erosión de los bulos, donde no solo estamos jugando con las cosas de comer. Es especialmente obsceno ver en redes sociales algunos bulos para obtener rédito personal, económico y político. Y me refiero a determinados canales de Youtube que nos están haciendo un flaco favor. Los periodistas no estamos en nuestro mejor momento y en el futuro veremos quién estuvo a la altura y quién no.

El Merlos Place ha sido lo mejor de la cuerentena, ahora ha decaído mucho porque están ordeñando la vaca demasiado.

Hablando de las redes sociales, no te sueles callar con los trolls, ¿por qué decides entrar al trapo y no pasar?

Primero porque no puedo evitarlo, desde pequeña he sido muy contestona. Mis compañeros siempre me dicen que por qué contesto a gente que tiene treinta seguidores y que no ponen ni su nombre. Cuando me tocan la moral, contesto, aunque muchas veces me arrepiento porque no es la conducta adecuada. Segundo, porque yo uso las redes como termómetro de la sociedad, me interesa saber lo que hay y esa gente forma parte de la sociedad, aunque sea una parte menor. Normalmente no bloqueo, solamente bloqueo cuando me insultan personalmente de una manera muy grosera e insoportable. Yo quiero saber que eso está ahí, aunque sea basura, entre otras cosas porque me pagan por saberlo.

Hasta hace bien poco había periodistas que me decían que no sabía quién era Belén Esteban.

¿Eres de las que reconoce ver ‘Sálvame?

Yo veo ‘Sálvame’. Me aburren las tramas entre ellos de las milas y demás, pero el Merlos Place ha sido lo mejor de la cuerentena. Ahora ha decaído mucho porque están ordeñando la vaca demasiado, y me aburre, pero el ‘Sábado deluxe’ famoso claro que lo vi, y me encantó. Estamos viendo las pasiones bajas, pero son pasiones y no sé vivir sin pasiones.

Luz Sánchez Mellado | Patricia J Garcinuño

Cuando murió Fran Álvarez, ex marido de Belén Esteban escribiste una columna en la que decía que “nadie evocará sus gestas en ningún medio de prestigio” ¿Tan elitista es el periodismo que a veces no puede bajar a la realidad?

Yo tengo colegas que presumen de no ver ‘Sálvame’, yo tampoco presumo, pero forma parte de mi trabajo. Los frikis o monstruos, en el mejor sentido de la palabra, forman parte de la sociedad y yo aspiro a retratar la sociedad y para ello tengo que conocerla. Yo veo ‘Sálvame’ porque me interesa profesionalmente y porque apelan a las pasiones. Me gusta la vida de los otros ¿Es ser cotilla? Bueno, yo no daría una información privada de alguien si sé que le va a hacer daño, pero si ellos mismos la exponen pues a mí me hace gracia mirar por la mirilla.

Claro que hay elitismo, muchos de los que dicen que no ven ‘Sálvame’ lo ven. Hasta hace bien poco había periodistas que me decían que no sabía quién era Belén Esteban y cuando me lo decían yo les contestaba que no eran periodistas. Hasta para informar de invertir en bolsa es necesario conocer a Belén Esteban.

¿Qué recuerdos tienes de la televisión de cuando eras pequeña?

Antes de que empezaran las emisiones ponían la carta de ajuste y mi hermano pequeño y yo nos poníamos con seis u ocho años pegados mirándola, aunque fuera un plano fijo porque iba a empezar ‘La casa del reloj’. También recuerdo ‘Los payasos de la tele’, ‘La casa de la pradera’, ‘Heidi’, ‘Marco’, ‘El hombre y la tierra’, de bastante mayor ‘La bola de cristal’. Para nosotros la tele era estar en casa.

También recuerdo los dos rombos, que era cuando nos mandaban a la cama porque no se podía ver. La mayor aspiración de mi generación era ver una película de dos rombos.

¿Qué espacio rescatarías?

‘El hombre y la tierra’ sería un dignísimo programa de naturaleza, aunque se nos haría lento, porque la tele de ahora es frenética. También las series de dibujos animados, que las siguen viendo los chavales de ahora y algo tendrán cuando sobreviven. Rescataría las series americanas como ‘Con ocho basta’ o ‘Lou Grant’, que iba de un periodista americano que le daba al frasco. Pero claro, tenías que esperar una semana para ver un capítulo cuando ahora ves todas de golpe.

Por poner un ejemplo de las últimas personas que has entrevistado, ¿Qué luz tienen en común Omar Montes, Caprile, María Neira y González Pons para ser entrevistados?

Lo de «Gente con Luz» era por jugar con mi nombre. Creo que todos tenemos luz, unos más brillantes y otros más turbia, pero creo que todos la tenemos en el sentido de desprender un aura, que es lo que trato de explicar en las entrevistas. Normalmente elijo los personajes, aunque muchas veces los eliges porque están en promoción y tienes acceso a ellos, no nos vamos a engañar. Aunque entrevistar a un personaje de promoción es lo peor que puedes hacer como periodista porque te sueltan su rollo. Lo que suelo hacer es que las hago durante el periodo de promoción, les pregunto por cosas ajenas a la promoción e incluso las dejo reposar un tiempo y darlas cuando ya no están en promoción. Quemamos a los personajes. Ahora Roberto Leal va a presentar ‘Pasapalabra’ y lo vamos a tener hasta en la sopa. La luz que yo quiero sacar de cada personaje es la que está detrás.

El personaje de Juan José Cortés me casusa más rechazo que otra cosa, aunque me sigue conmoviendo.

¿De quién has aprendido más en una entrevista?

Lo mencionaba el otro día en El cuarto programa con Carlos Padilla, hice una entrevista a José Luís Sampedro para El País Semanal cuando estaba a punto de morir y fue una de las entrevistas más maravillosas de mi vida porque estaba en carne viva. Se expresó con una libertad que muy pocos sanos y en su mejor momento tienen. Cada uno te marca de una forma, cuando salgo de una entrevista, lo que pretendo es, primero habérmelo pasado bien, haber conectado, que no es tan fácil y recordar algo de aquella conversación.

Julieta Serrano me maravilló porque tiene la inocencia de una persona que tiene ya la memoria frágil, todo el rato me llevaba a su infancia, tuve que tratarla con un cariño especial. A los entrevistados nunca hay que cortarles porque en esa retahíla que te están contando, que igual no te sirve para nada, sacan la luz.

También me marcó la de Gloria Ramos, la actriz de Campeones, era como entrevistar a un alma pura. Me decía que estaba enamorada de un chico que se llamaba Raúl, y le pregunté que qué era estar enamorada. Ella me decía que era verle guapo y que lo veas y te coja de la cadera, me pareció una definición preciosa del amor. Mi jefe me dice que me gustan los fracasados, los juguetes rotos y es cierto, porque los ganadores ya están en promoción.

Luz Sánchez Mellado | Patricia J Garcinuño.

Para ir finalizando, entre otros libros, has escrito Ciudadano Cortés, donde haces un retrato de Juan José Cortés, el padre de Mari Luz, ¿cómo fue esa experiencia y qué opinas del tratamiento que se hace de estos casos en televisión?

He escrito mucho de Juan José después porque yo escribí Ciudadano Cortés por encargo. Seis meses después de que apareciera la niña y desaparecieran los focos hice un artículo para El País Semanal, le gustó y me encargaron una biografía. Tuve muchos problemas con él porque ya no empezaba a ser tan puro, había otros intereses por medio. Las cámaras se enamoraron de él y él se enamoró de las cámaras, se creyó su personaje y se deslumbró. El personaje de Juan José Cortés me casusa más rechazo que otra cosa, aunque me sigue conmoviendo porque le miro a los ojos y sigo viendo a ese hombre roto.

¿Cómo ves su salto a la política?

Los políticos han utilizado su dolor genuino y él se ha dejado utilizar para su misión, como dice de hacer justicia para su hija. Pero creo que se ha enamorado de ese mundo de los fotos, la política, las influencias. Pero insisto, yo le sigo mirando y sigo viendo a un hombre roto de por vida.

Para acabar, ¿qué programa de televisión recomendarías y por qué?

Va a parecer que me paga Sobera, pero a mí ‘First dates’ me parece uno de los programas más interesantes de los últimos años. Es flora y fauna, en diez minutos de conversación puedes ver cómo son las personas, la fauna que hay ahí fuera, las generaciones, la forma distinta que tienen de acercarse al cortejo, lo que muestran y lo que ocultan. Es muy divertido, muy instructivo y muy ligero. Para ser ligero hay que tener mucha profundidad detrás y ‘First dates’ un programa ligero, y muy profundo.

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