La crítica de la semana: Jugar para no pensar

ANÁLISIS | Semana del 13 al 19 de abril de 2020.

Los concursos televisivos ofrecen una vía de escape a una audiencia mentalmente agotada por los malos augurios.

Cifras de muertos, vacunas que nunca llegan y escenas de balcones que ya han dejado de hacer gracia. Estas son las imágenes más recurrentes en estos días de confinamiento. Mientras los programas de actualidad y los informativos se pelean por ofrecer el titular más tremendista, los concursos proponen una realidad paralela. Un recuerdo de cómo era el mundo antes del coronavirus.

Los juegos televisivos gozan ahora de una segunda vida al encontrarse en fase de remisión. A falta de nuevas grabaciones todas las cadenas tiran de archivo.  Volver al pasado para encontrar programas repletos de público sin distancias mínimas y con constantes alusiones a un pasado que ya no existe.  

Mientras ‘Got Talent’ va camino de ofrecer más remisiones de sus programas que en su día ‘Los Simpson’ en Antena 3, los concursos diarios de todas las cadenas tienen más variedad de archivo al que agarrarse para no aborrecer a sus feligreses. Y el rey del archivo es sin duda ‘Saber y ganar’, con veintitrés años a sus espaldas y una puesta en escena prácticamente calcada a la del primer día. Jordi Hurtado tiene la ventaja de ser atemporal y esto hace que el concurso viva permanentemente congelado en el tiempo. Su público es fiel a la esencia del programa y pese a tratarse de antiguos episodios, ‘Saber y ganar’ sigue estando entre lo más visto de lunes a domingo en La 2.

De lunes a viernes, antes de que el público se ponga a jugar con Jordi Hurtado, hay otro concurso que es un oasis de irrealidad a la hora del almuerzo, un salvavidas al que agarrarse en una franja en que casi todas cadenas regalan pesares a su audiencia. ‘El concurso del año’ es un pasatiempos estupendo para estos días de encierro, no requiere de mucho esfuerzo mental pero entretiene en sus 60 minutos de duración. Mucha audiencia no tiene, pero todos los que estamos enganchados a las drogas audiovisuales lo agradecemos mientras comemos para anestesiarnos frente al apocalipsis.

El concurso de los mediodías de Cuatro permite jugar a todos los públicos a algo tan cuotidiano y absurdo como conjeturar sobre la edad de unos desconocidos. Y lo hace con un presentador que consigue algo imposible en un género tan acostumbrado al exceso, ser gracioso sin caer en el tan recurrente cuñadismo del comunicador patrio. Dani Martínez, con mucha más soltura que impostura, sale airoso en la improvisación logrando invisibilizar el guión para el espectador.

Pese a los grandes datos cosechados por las tres ediciones de ‘Sálvame’, los  concursos de Antena 3 aguantan el tipo como lo más visto de la tarde en la cadena. Tanto ‘Boom’ como ‘Ahora Caigo’ han parado las grabaciones y actualmente ya no sé si ofrecen producto fresco o repetido. En todo caso, ambos concursos siguen ejerciendo su labor de pasatiempos a la espera de que llegue ‘Pasapalabra. Ahora que sabemos que ‘El Secreto de Puente Viejo’ será el formato sacrificado de la tarde de Antena 3 por la llegada del ex programa de Christian Gálvez, veremos si la cadena se plantea la opción de ofrecer  tres concursos del tirón. De primeras, da un poco de pereza. Pero mientras dure la cuarentena mejor que dejemos de conjeturar y nos dediquemos a jugar…

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