Además, el tronista aprovechaba el encuentro para animar a Estela a sincerarse.
Con tan solo cinco concursantes en Guadalix, la final de ‘GH VIP 7’ está cada vez más cerca. Para ir desatando nudos y resolviendo cuentas pendientes, el programa organizaba la noche del 3 de diciembre tres visitas para Estela Grande: la de Kiko Jiménez, la de Sofía Suescun y la de Diego Matamoros, su marido.
Kiko era el primero en verse las caras con Estela, que le recibía con besos, abrazos y una sonrisa de oreja a oreja. Sin embargo, esta vez el tronista entraba con el claro objetivo de advertir a su amiga de aquello que verá en caso de ser expulsada el jueves: “Dije una tontería, una cosa sin importancia. Se me achaca eso siempre, pero yo te apoyo a muerte y quiero que ganes. Te tengo mucho cariño”.
Preocupado, Kiko intentaba poner la tirita antes de la herida. “Tengo una espina clavada que no te pude contar en la repesca pero ahora me da igual: mi salida fue un poco rocambolesca, extraña, me sentí un poco arrinconado. A lo mejor solté algún comentario que puedan decirte ahora para romper nuestra amistad, pero fue fruto de la tensión del momento. Lo que viví aquí contigo ha sido muy especial y quiero seguir apostando por nuestra amistad porque te quiero mucho, independientemente de Sofía y de Diego” se excusaba.
Tras ver distintos recopilatorios de la amistad mantenida durante los días que Kiko pernoctó en Guadalix, Estela se reafirmaba en lo que lleva diciendo todos estos meses: "Aquí los sentimientos se viven con muchísima intensidad. Yo fuera en cuatro semanas no llegaría a alcanzar el sentimiento de amistad que tengo por él. Yo me quedo con una cosa que para mí es muy importante, y es cómo me he sentido: nunca he sentido que yo a Kiko le guste porque sino me hubiese sentido incómoda en muchas situaciones y no ha sido así. Pienso que él ha sentido lo mismo".
Antes de despedirse, Kiko Jiménez insistía en que Estela debía ser fiel a sus sentimientos y a sí misma, olvidándose de todo aquello que traspasa los muros de la casa de Guadalix. “Me dejas mucho más confundida. Me dejas loca” murmuraba la modelo antes de quedarse sola en el búnker. Sofía y Diego esperaban su turno…
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