La crítica de la semana | Los señores de la casa

ANÁLISIS DE AUDIENCIAS | Semana del 5 al 11 de septiembre de 2016

Los hombres más representativos de cada cadena volvieron esta semana a sus puestos de trabajo para disputar las primeras batallas de la temporada. La audiencia, todavía bajo los efectos de la crema solar, respondió con entusiasmo a la vuelta de los machos alfa.

Bertín Osborne regresaba este lunes con su programa de masajes liderando la noche con un buen 16% de share, ‘Mi casa es la tuya’ arrancaba temporada con la presencia de los “perfectos” Carlos Moyá y Carolina Cerezuela. Nos vendieron su vida como de si un reportaje de HOLA se tratara; una relación de pareja de cuento envuelta en una casa de revista. Pretender que Osborne profundizara en este sueño de purpurina es exigirle demasiado, él siguió ejerciendo de legionario de los valores de la España tradicional: las mujeres (Cerezuela y la señora de Bertín) comentan entre risas forzadas la decoración del hogar y la crianza de los hijos mientras los maridos charlan distendidamente en el sofá sobre sus éxitos profesionales. ‘Mi casa es la tuya’ lideró por la mínima, el especial de Chicote se quedó a 5 décimas y con sus buenos resultados ratificó la obsesión que tienen los españoles con los hábitos alimenticios, algo que ya vivimos con el éxito del monográfico sobre comida de ‘Las Campos’.
Antena 3 es consciente que tiene un problema con la continuidad de sus productos, sus estrenos captan al público pero a partir del segundo programa su audiencia languidece. Por ello ahora tiran de especiales, esta semana primero fueron las ‘Dietas a examen’ de Chicote y el miércoles llegaron triunfantes los hipnotizados de Manel Fuentes con un notable 16,5% de share. Si hay gente en España capaz de tragarse este despropósito sobre hipnosis no debemos sorprendernos cuando en las elecciones generales los votantes confían su futuro al  PP. Aunque pensándolo bien no es un tema de fe, en ambos casos conocemos el engaño pero seguimos viéndolo por “borregismo”. Lo del pensamiento crítico lo dejamos para los sociólogos y al llegar a casa preferimos los juegos infantiles de Pablos Motos, ‘El Hormiguero’ volvía a lo grande esta semana con la vista de Penélope Cruz y un estupendo 16,6% de share. La actriz española más exitosa del mundo demostró que a pesar de sus dotes innegables para la interpretación tiene escaso talento para remar a favor de un show de televisivo.
Tras dos meses de retiro teatral Jorge Javier Vázquez regresaba a las noches de Telecinco, y lo hacía con la difícil tarea de suplir a Mercedes Milà como presentador de ‘Gran Hermano’. La primera gala cosechó un gran 23,9% de share pero mostró las debilidades del catalán a la hora de enfrentarse a un prompter. Jorge Javier es ágil sin ataduras, cuando se mueve con libertad por el plató sin un guión que le encorsete, pero la primera gala del reality lo encadenó y nos retrotrajo a todos a una especie de ‘Hay una cosa que te quiero decir’ juvenil. Más allá de las dificultades del presentador, el primer programa estuvo lejos del ritmo alcanzado en anteriores ediciones, los trucos mil veces vistos carecieron de emoción y quitando los primeros minutos, el espectáculo brilló por su ausencia. Tengo la sensación de que el estreno del reality pilló desprevenidos a sus guionistas, a toda prisa prepararon un primer programa sin brillo adelantado por exigencias de la cadena.

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