Por
Alberto Madrid.
Pasadas las diez y media de la noche llegaban a nuestros hogares ‘Las Campos’. Ataviadas con sus mejores galas aparecían en la pequeña pantalla María Teresa y Terelu entre ritmos flamencos y en un docu reality al que no nos tenían acostumbrados hasta el momento. Servidor, hasta hace algunos días, llegó a pensar que iba a ser este uno más del formato que estrenaban hace cinco años ‘Alaska y Mario’, sin embargo me equivoqué dado que el ritmo y el enfoque son más cercanos a una serie que a un reality. Hecho que ha influido rápido en la repercusión del programa, llegando a convertirse en primer Trending topic, ¿estarán contentas las Campos?
Que el programa de ‘Las Campos’ iba a tocar temas serios era algo que todos suponíamos, primero porque ellas lo habían asegurado en entrevistas previas, y segundo, y lo más importante, porque durante la trayectoria de ambas jamás han perdido un ápice de profesionalidad ante las cámaras. Lo que no sabíamos es que en el primer programa, y sin pelos en la lengua se iban a tratar temas tan delicados como la enfermedad de Terelu, a quien pido que me perdone pero quien escribe estas líneas es un completo supersticioso y no es capaz de nombrarla, y su inquietud por el peso que ha ido ganando tras el terrible suceso. Afortunadamente, y como Mª Teresa ha indicado, su hija ha superado el bache al que le sometió la vida, pero uno de los efectos secundarios del tratamiento es la subida de peso.
Por supuesto, como ustedes imaginarán, si en Twitter estaban siendo TT estos temas no iban a pasar desapercibidos para los tuiteros y tuiteras. Sin embargo, cuál ha sido mi sorpresa, pésima y lamentable, comprobar que algunos de esos internautas han convertido dos temas tan duros en una tira cómica. Como es lógico, el formato no iba a mostrar a una Terelu hundida tras su enfermedad, no iba a recrear momentos de tal dificultad para ellas, pero para nadie es novedoso la crueldad de este tipo de problemas. Por lo tanto, es injustificable que las redes lleguen a tolerar comentarios en los que se discrimina a una persona por peso, más aún si esto se debe a que ha tenido que llevar a cabo un tratamiento médico para evitar males mayores. Lo visto esta noche en la red, pese a ser focos aislados, demuestra que en nuestro país queda mucho por hacer y mucha cultura por adquirir por parte de algunos. Y perdónenme de nuevo, desde aquí mando un enorme abrazo a Terelu y Tania Llasera, otra de las damnificadas tras su paso por el programa de hoy, «benditos kilos de salud, os los vea muchos años compañeras«.
Por lo demás, como todo docu reality, en ‘Las Campos’ se ha mostrado el lado más cercano de madre e hija, trasladándonos a los telespectadores una relación idílica entre ambas, que pese a no estar siempre juntas –tal y como afirma María Teresa-, sí es cierto que se entienden a la perfección. Y es que las malagueñas son dos amigas, comparten amistades y seguramente secretos, dando una lección a quienes olvidan que en una madre se halla la mayor complicidad que jamás se encontrará en nadie.
En el reality se ve a una Campos enamorada, una Terelu independiente en el amor, que ha madurado como persona y que sí sabe lo que es, perdónenme la expresión, un follamigo. Dos mujeres a las que la vida las ha hecho conocerse a sí mismas sin complejos y con sabiduría. Y perdónenme porque vuelva a tratarles de usted, pero hoy el tema lo merece: «no, queridos amigos, no son las Camposhian, aquí tenemos a las Campos, las nuestras, las de toda la vida«.
