Virginia gana la cuarta edición de 'Masterchef'

Virginia entró en ‘MasterChef’ gracias a los ruegos de su hermana, que fue la primera en ganar el codiciado delantal del talent culinario. Su meta era adquirir conocimientos y nuevas técnicas con las que poder darle un toque de vanguardia a su cocina tradicional. "Ganar ‘MasterChef’ me parece un reconocimiento a las amas de casa, a esas personas que cocinan todos los días con lo que hay en la nevera. Además, los grandes cocineros que nos han dado clase siempre repetían lo mismo: para hacer una cocina de vanguardia hay que tener una buena base de cocina tradicional", recuerda Virginia.

Programa a programa, la ganadora ha demostrado que sus platos tienen todo el sabor que los jueces exigen en cada reto. Para Jordi Cruz su plato 'No dejes de soñar' (puré de calabaza con cintas de verdura, cuscús y parmesano) se convirtió en una de las mejores recetas de la temporada.

Para la gran final, en la que se midió con Ángel, preparó un menú con referencia a su tierra y que hizo las delicias del jurado y de los tres invitados excepcionales: Pedro Subijana, Juan Mari Arzak y Martín Berasategui. Comenzó con un entrante de anchoa, fino y plancton y siguió con un principal de presa al oloroso que sorprendió a todos. "Tenía claro las cosas buenas y las cosas malas antes de probarlo. La crítica era sencilla: el pedazo taco de carne. Pero me has desmontado porque, al estar la carne tierna, como si me pones un taco de kilo. Se come solo", manifestó Jordi Cruz.

Para terminar, sirvió un postre de piel de leche y tocino de cielo con cítricos, que despertó recuerdos de la niñez en uno de los invitados. “La nata me recuerda al caserío donde nació mi padre y me trae recuerdos de mi niñez. Has rematado con una maestría terrible el postre”, reconoció Berasategui.

Para el jurado, escoger al ganador fue una decisión muy difícil, ya que Ángel y Virginia habían “trabajado como auténticos profesionales”, elaborando un menú “a la altura del mejor restaurante” y en la que habían utilizado técnicas que habían aprendido a lo largo del programa. Pero los “pequeños detalles” hicieron que el jurado otorgara a Virginia el trofeo que le acredita como ganadora de la cuarta edición de ‘MasterChef’ España. Además, recibirá los 100.000 euros del premio, cursará el Máster en cocina, técnica y producto en el prestigioso Basque Culinary Center y publicará su propio libro de recetas, que saldrá a la venta la próxima semana.

Tras ganar ‘MasterChef’, Virginia piensa en su siguiente objetivo: montar su propio catering para “ofrecer a todo el mundo comida casera pero de calidad”. “Lo primero que voy hacer es seguir formándome, es lo más importante. Después me gustaría montar un catering, para formar parte de la vida de las personas en los actos más importante de sus vidas y que lo celebren con mis sabores”.

Ángel, a un paso de la gloria 

Tras pasar varios años en Inglaterra, Ángel volvió a España para convertirse en el cocinero que siempre había soñado y sigue sin renunciar a ello. Desde el comienzo, el valenciano recibió duras críticas del jurado por su falta de actitud, pero finalmente se ha convertido en “el modelo de evolución”. “Al principio centraste tus energías en cosas sin importancia, pero cuando te diste cuenta de que todo eso no te conducía a ninguna parte te centraste en cocinar y, entonces, te vimos despegar”, señaló Samantha Vallejo-Nágera antes de entregarle la chaquetilla.

Con el steak tartar de Joan Roca no consiguió el sobresaliente, pero bordó el menú degustación de Quique Dacosta. Para el último duelo apostó por pulpo a la gallega, langosta con carpaccio de oreja de cerdo y perrechicos, y un gin tonic de postre, un menú equilibrado digno de una final de MasterChef. Gracias a su esfuerzo y trabajo, Ángel se ha convertido en el primer finalista del talent y seguirá su formación con un Máster en Pastelería en Basque Culinary Center, donde también recibirá un Curso de Especialización de ocho semanas de duración su amigo José Luis.

José Luis y Rocío, dos ejemplos de evolución constante

A un paso se quedaron José Luis y Rocío. El pintor industrial se alzó como segundo finalista gracias a su “evolución constante” en MasterChef, como destacó el jurado, “hasta que el nivel de exigencia de las pruebas” le superó, como ocurrió en el hotel Santo Mauro de Madrid. “En esos momentos aflora tu inseguridad, te pierdes y cometes muchos fallos. Pero eso sí, tu actitud es envidiable. Eres un ejemplo para todos, sobre todo por tu capacidad de trabajo, tus ganas de superación, tu disposición y, sobre todo, por tu capacidad para encajar las críticas”, le felicitó Jordi Cruz.   

En tercera posición se quedó Rocío. Desde el principio destacó por su mano en la cocina y su capacidad de liderazgo, por eso mismo el jurado siempre le exigió más. “Rocío, has ido evolucionando despacito y con buena letra en los primeros programas, pero te has estancado en las últimas tres semanas. Quizás tu exceso de confianza te ha hecho creer que estabas por encima del nivel de tus compañeros. Sabes cocinar, de eso no hay duda, pero te falta actitud”, le achacó Pepe Rodríguez Rey.