Iñaki Gabilondo es MUY transparente en su opinión sobre Piqueras y lanza un firme augurio

Iñaki Gabilondo se despide de la televisión y da sus últimos compases con el programa ‘¿Qué (diablos) es España?’ en Movistar Plus+.

Un maestro del periodismo y la comunicación como Iñaki Gabilondo se despide definitivamente de los medios audiovisuales con su más compleja pregunta: ¿Qué (diablos) es España? Es el nombre de su nuevo y último programa en Movistar Plus+, que ofrecerá una entrega cada domingo. Tras casi 60 años dedicado a este oficio, el donostiarra dice adiós a la tele con un formato documental a medida en el que, para responder a esa complicada pregunta, cuenta con invitados de relevancia.

Nombres de la cultura, la política, el deporte, la restauración o la ciencia española ocupan la silla a la que Iñaki dirige, por última vez, sus cuestiones y su particular forma de plantearlas. Un diálogo abierto, nada superficial, muy analítico y despojándose de prejuicios que repasa toda nuestra historia como país mirando hacia el futuro y componiendo una biografía multidisciplinar de España.

Antonio Muñoz Molina, Isabel Coixet, David Trueba, José María Ridao, José Álvarez Junco, Jorge Valdano, Pedro Duque, José Andrés, David Broncano, Daniel Innerarity, Cayetana Álvarez de Toledo, Elizabeth Duval, Jordi Amat, Juan José Álvarez Rubio, María Elvira Roca serán los invitados de honor de Iñaki Gabilondo.

Y en una de las entrevistas promocionales que Iñaki ha concedido a El Confi TV, ha hablado del periodismo que se ejerce hoy en día en la televisión; ese medio que deja atrás casi un año después de abandonar también la radio. Una de las preguntas ha sido si han perdido el sentido los informativos en la pequeña pantalla en un periodo de transformación por los nuevos hábitos de consumo y la pugna cada vez mayor de la TV convencional con las plataformas.

«TVE sí tiene la tarea informativa más colocada en un territorio clásico, pero, como casi nunca la dejan, tampoco la ha podido desarrollar. En este momento, Antena 3 es la que ha sabido manejarla con distinto criterio y en distintas cestas. Tiene la cesta de La Sexta y la de Antena 3, de distintos colores, y juegan sus bazas, atendiendo a sus sectores y públicos. Salvo La Sexta, que se ha convertido en un parque temático de informativos, las televisiones ya no tienen esa vocación primera de corte informativo. Cuando les toca hacerlo lo hacen lo mejor posible, pero ese no es su motor», ha reflexionado Iñaki Gabilondo.

Considera que, con vocación para obtener grandes audiencias con los elementos más luminosos y brillantes para atraerla, a su juicio «se plantea un universo en tecnicolor que produzca grandes concentraciones de audiencia y de respuesta publicitaria. También con una atención informativa media, pero sin ser una prioridad en su juego». En ese sentido, pone el acento en Mediaset: «en el caso de Telecinco, está clarísimo que no. Ya lo dijo Paolo Vasile: ‘Yo hago programas para venderle a la gente publicidad'».

Y precisamente hablando de Tele5, Gabilondo ha respondido cuando le preguntan por otro grande de la comunicación como Pedro Piqueras. «Como le quitaron Pasapalabra antes de su informativo, no creo que tarde mucho en dejarlo estar», augura sobre una marcha pronta de su compañero. Para él, tanto el manchego como Ana Blanco en TVE o Matías Prats en Antena 3 «han significado mucho». «Piqueras fue bandera de Telecinco, aunque la apuesta informativa de la cadena no ha sido muy aguda», sentencia.

Y añade: «Ana Blanco es el árbol de Gernika instalado en TVE, pero ya no tenía tanto sentido como valor referencial. Matías es un fenómeno singular. Como tiene una personalidad tan simpática, se ha convertido en un personaje encantador al que todo el mundo quiere, pero no exactamente un motor informativo de primer orden. Vicente Vallés quizá sí».

Por otro lado, Iñaki Gabilondo también se ha pronunciado sobre la situación actual de Cuatro, la pérdida su propia identidad con Mediaset y del desmantelamiento de sus informativos. «Lo valoro con tristeza, como cuando pasó con CNN+. Es la deriva de un determinado tipo de actividades hacia el mundo del espectáculo o al periodismo más o menos superficial y banal. Esto ha terminado por hacer molesto, innecesario, un coñazo, el periodismo tradicional», lamenta.

«Cuando la farmacia, para optimizar sus resultados, introdujo productos no exactamente farmacológicos, a eso se le llamó parafarmarcia. En el periodismo, a lo que ha pasado cuando se han introducido elementos de otro color no se le ha llamado paraperiodismo. Ambas cosas han vivido mezcladas en un fragoroso lío», zanja.