Pasión por la tele | ¿Mi parrilla ideal? La televisión a la carta

La pregunta que me plantea El Televisero tiene una respuesta rápida y fácil: Mi parrilla ideal es la televisión a la carta.

Quiero ver los programas que me apetecen, en cualquier momento, en cualquier sitio, a través de cualquier medio.

Ya
no creo en las parrillas que me imponen los programadores de
televisión. Cuando llego a casa, cansada de trabajar todo el día, no
quiero que nadie condicione mis horarios, ni lo que me apetece ver.

En
determinados momentos de mi vida quiero ver programas frívolos, sin
cortes publicitarios a poder ser, que me relajen y no me planteen
complicaciones. Seguramente en esos momentos caería en 'Gran hermano',' Supervivientes', 'Deluxe' o 'Pekín Express' que me relajan y me provocan
sonrisas pensando en la singularidad de la condición humana.

Hay
noches en las que no estoy para nada y me apetece reírme. En mi
televisión a la carta pondría muchas series americanas, fundamentalmente
dramas pero también comedias ('Juego de tronos', 'Mad Men', 'The Newsroom',
'Louie', 'Girls', 'The Affair'...). También españolas como 'Allí Abajo', 'El
Ministerio del Tiempo', 'Bajo Sospecha' o 'La que se avecina'.

Y
sí, también me apetece ver televisión en directo, los grandes eventos,
informativos, los debates políticos intensos o talent shows como 'Tu Cara
Me Suena' o 'La Voz'. Pero lo quiero ver a través de cualquier
dispositivo: desde mi ordenador, desde mi smartphone, desde mi ipad o en
la gran pantalla de mi televisión conectada si me pilla en casa.

Esta
es mi parrilla de televisión ideal, y la que me llevaría a una isla
desierta. Yo no soy igual cada día y mis apetencias en televisión varían
según mis circunstancias y mi estado de ánimo, según mi tiempo libre o
intereses de cada momento. Por eso apuesto, en este futuro que ya está
aquí, por la televisión siempre variada y a la carta.

Para mí la
televisión es vida, y como vida, tiene su infierno y su paraíso. Es
cultura y, a veces, basura. Pero sea lo que sea, busco siempre
intensidad y la máxima calidad en su género, sea cual sea. Pero es mi
criterio y mi decisión lo que pone ante mis ojos los contenidos que
quiero ver. No quiero que nadie decida por mí. Cualquier espectador
adulto, responsable y maduro debe ser responsable de su consumo
audiovisual, y tener toda la oferta a su alcance para ser libre de poner
los filtros culturales o morales que desee.

Aprovecho para felicitar a El Televisero por sus seis años de vida. ¡Qué os lleguen muchos más!

Mireya Marrón.