'Factor X' ha cerrado su nueva edición en Telecinco con un paupérrimo 5,5% de cuota de pantalla y sin ni siquiera alcanzar los 400 mil espectadores de media. Es el desastroso y desolador resultado de la gala final, la menos vista de la historia del talent musical. Una final que tuvo que precipitarse precisamente por el estrepitoso batacazo que ha supuesto su vuelta en Mediaset.
El grupo ha tenido que recortar la duración y reducirla de doce entregas previstas a nueve, ya que las cifras de audiencia han sido verdaderamente insostenibles, propias de una cadena local o temática. Anoche, con ese desenlace que coronó a Aye Alfonso como ganadora, se colocó en última posición por detrás de La 1 y el 15,1% de la final de MasterChef, Antena 3 y el 11,8% de Hermanos, Cuatro y el 7,7% del especial de Todo es mentira con Risto y La Sexta y el 6,1% de El Taquillazo.
Es la prueba más que evidente de que estamos ante uno de los mayores fiascos televisivos de los últimos años, doblemente duro por la carestía y el formato tan reconocido que es, y que ha contribuido a ahondar la irrecuperable crisis que atraviesa el canal; que solo sobrevive -nunca mejor dicho- a base de 'Supervivientes' y los modestos datos de 'De Viernes' y 'El Marqués'.
'Factor X' ya se estrenó terriblemente por debajo de las expectativas. Pese a la gran campaña de promoción y a un salto cualitativo en cuanto a producción, la primera audición se estrelló con un fatal 8,3%. A partir de ahí la sangría ha sido incontenible y semana tras semana ha ido perdiendo audiencia. Ni los directos han logrado revertir un hundimiento sin parangón de los que merman las cuentas de resultados de cualquier empresa de comunicación y entretenimiento. Hasta el punto de que la semifinal marcó mínimo histórico con un inasumible 5% de share la semana pasada.
'Factor X' llegó a la parrilla de Telecinco para poder justificar que es una tele blanca y familiar como quiere hacer creer la nueva administración de un modo empecinado, pero lo cierto es que la audiencia le ha dado la espalda y ha sido una oferta inexistente, desapercibida para todos a pesar de haberse apostado por todo lo contrario. Por eso, la final apenas ha subido a un 5,5%, evidenciándose el tremendo desinterés del público.
El espectador manda y no está dispuesto a comulgar con un contenido que nada aporta a la televisión actual, plagada de talents mucho mejor realizados y atractivos. Ya en el estreno muchos señalaron que las novedades que traía 'Factor X' en su vuelta le asemejaban a 'La Voz'. En estos casos, la gente elige siempre el original. No se queda con la copia barata de una cadena con escasa creatividad.
En definitiva, el fracaso del talent ha sido realmente impresionante y para hacer examen de conciencia. Y se suma al rosario de tropiezos de Telecinco en esta temporada con 'La mejor generación', '100% Únicos', 'Mental Masters' o 'Adivina qué hago'. Todos ellos retirados de la parrilla sin previo aviso por bochornosas audiencias entre el 4% y el 7%.
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