Después de muchos años, y de hacer un repaso exhaustivo por la historia reciente de la Corona Británica, al fin llega a Netflix ‘The Crown‘, que se prepara para su gran final. Y qué mejor manera de hacerlo que narrando los hechos que siguieron a la fatídica muerte de Lady Di, la princesa del pueblo (con permiso de Belén Esteban). La serie creada por Peter Morgan ha sido ampliamente aplaudida tanto por crítica como público. No ha escapado a la polémica en ninguna de sus temporadas, y esta última tampoco estará lejos de ella. Sobre todo porque tratará el momento más trascendental de las últimas décadas de Inglaterra.
Elizabeth Debicki se mete en la piel de Diana de Gales con un mimetismo increíble. Porque si algo siempre ha sabido cuidar la serie de Netflix es el apartado artístico. Tanto del reparto como de unos detalles históricos en cuanto a ropa e imágenes míticas, ‘The Crown’ es brillante, y sigue siéndolo. Esta primera parte de la temporada final, que se estrena este jueves 16 de noviembre, solo trae 4 episodios. La segunda parte llegará el 14 de diciembre, con los 6 episodios restantes.
La expectación del final de ‘The Crown’ es grande. Sobre todo tras una quinta temporada decepcionante. Imelda Staunton sigue dando vida a la Reina Isabel II; con Jonathan Pryce como el príncipe Felipe; Leslie Manville como la princesa Margarita; y Dominic West, que también repite como Carlos de Inglaterra. Ed McVey y Rufus Kampa interpretarán en diferentes etapas al Príncipe Guillermo, mientras que Meg Bellamy irá vida a una joven Kate Middleton. Además, una Olivia Williams arrolladora como Camilla Parker Bowles.
¿De qué va la temporada 6 de ‘The Crown’ en Netflix?
La princesa Diana y Dodi Fayed estrechan su relación antes de un trayecto en coche de funestas consecuencias. Tras la muerte de su madre, el príncipe Guillermo intenta retomar la vida en Eton mientras la monarquía debe lidiar con la opinión pública. Ante la inminente celebración de su Jubileo de Oro, la reina reflexiona sobre lo que supondrá para la institución la boda de Carlos y Camilla y el comienzo de un nuevo cuento de hadas protagonizado por Guillermo y Catalina.
Lady Di, el centro de la historia
El primer episodio comienza justo con la escena que los fans buscan ver: el accidente de Lady Di. El morbo que rodeó a su muerte sigue presente más de 20 años después. Netflix lo sabe y comienza con ello, queriendo soltar el anzuelo para que cualquiera pueda cogerlo. Lo bueno de ‘The Crown’ es que no hace falta que hayas visto las temporadas anteriores. La historia nos la sabemos. Sabemos la vida de Lady Di, de Carlos de Inglaterra o de Camilla Parker. Así que esta temporada final es perfecta tanto para los fans como para los recién llegados.
Tras ese duro comienzo, la serie nos lleva varias semanas antes, cuando el romance de Diana y Dodi Al Fayed comenzó a fraguarse. Y será esta relación la que marque estos primeros 4 episodios. No solo eso, sino el continuo acoso de la prensa. Visto hoy, sigue sorprendiendo lo mucho que se sobrepasaron los paparazzi con una persona que solo buscaba ser feliz, y tratar de hacer del mundo un lugar mejor. La serie pasa de puntillas por algunos aspectos de la vida de Diana, y quizá se vuelva todo demasiado ‘culebronesco’, pero funciona. Y es precisamente cuando Debicki está en pantalla cuando la serie sube enteros.
Ya lo dice Tony Blair, al que da vida Bertie Carvel. «Cuando Diana habla, el mundo escucha«. Y es precisamente ese el resumen perfecto de esta temporada de ‘The Crown’.
Una muerte que sacudió al mundo
La serie poco a poco va encontrando su ritmo, ese que tanto nos encandiló en las primeras temporadas de la serie. Y como siempre, todo es gracias a un reparto en estado de gracia. Ya hemos hablado de Elizabeth Debicki y su capacidad sobrenatural de darnos una Lady Di clavada a la real. Pero no podemos dejar de lado a un Dominic West que mejora mucho con respecto a la anterior temporada, y una Imelda Staunton que se come la pantalla. Sobre todo en el 4º capítulo, que nos recuerda por momentos a ‘The Queen’, la maravillosa película de Stephen Daldry, al que encontramos aquí como productor ejecutivo.
Pero vayamos a la importante: los episodios 3 y 4. El primero de ellos juega a la perfección con esa creciente tensión entre Diana y los medios. Pese a que ella se esforzara en mostrar ese lado de su labor humanitaria (que fue clave en Inglaterra para muchos temas sociales), los paparazzi siguen empeñados en mostrar su affaire con Dodi Al Fayed, buscando siempre exclusivas, y saltándose casi siempre la ética profesional.
‘The Crown’ no busca recrearse en el morbo del accidente. De hecho, ni siquiera lo vemos. Solo lo escuchamos en ese final descorazonador del episodio 3. Y en el último capítulo asistimos a las consecuencias, con un Dominic West totalmente roto, dándonos su mejor interpretación hasta el momento. Al igual que una Imelda Staunton entregada, que rivaliza con Helen Mirren (recordemos que ganó el Oscar por interpretar a la Reina). Sí que sobra un poco la aparición fantasmal de Diana, y tampoco es necesario para el relato. Ese episodio final crece con esos momentos de silencio, de reflexión, y de crudeza, acabando con una Reina abatida rezando minutos antes de irse a dormir.
Ahora solo nos queda esperar a los 6 capítulos finales de una serie que nos lo ha dado todo, y que será difícilmente repetible. Una auténtica radiografía de la monarquía británica.
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