Crítica de la docuserie del pequeño Nicolás en Netflix: Un caso increíble de picaresca española

Netflix estrena este 15 de febrero 'Pícaro: el Pequeño Nicolás', resultado de una investigación exhaustiva de más de un año sobre los casos que giran en torno a la figura de Francisco Nicolás. Y es tan interesante como esperabas.

El pequeño Nicolás
El pequeño Nicolás, tratando de defender su honor.

A lo largo de nuestra historia, hay que admitir que tenemos muchos casos de picaresca y presuntos engaños, de gente que no era nadie y que consigue subir hasta los escalones más altos de la sociedad. Ahí tenemos los nombres de Enric Marco, que fingió haber sido preso en un campo de concentración nazi; o al conocido como Capitán Timo, estafando miles de millones haciéndose pasar por enlace del Ministerio de Defensa. Pero quizá el caso del Pequeño Nicolás sea el más mediático de todos, o el que más haya calado en la cultura popular. Normal que, tarde o temprano, llegara una serie para contarnos su historia. Y Netflix se ha encargado de ello estrenando este jueves 15 de febrero los tres episodios de ‘Pícaro: el Pequeño Nicolás’.

Es un caso que todos conocemos de alguna u otra forma, porque cuando se anunció su detención, allá por 2014, su nombre apareció en todas las televisiones del país. Parodias, participación en programas, especiales informativos… Era imposible no saber quién era Francisco Nicolás. Y la gran mayoría de la población ya había dictado su propia sentencia: era un estafador, un jeta que se había colado en las instituciones más importantes del Estado. Pero, ¿cómo un chaval que solo tenía 20 años había podido conseguir todas esas cosas… sin nadie que le respaldara? Un chico que puso en jaque a los poderes más grandes del Estado, algo tenía que esconder.

¿De qué va ‘Pícaro: el Pequeño Nicolás’?

Esta es la increíble historia de ascenso y caída de El Pequeño Nicolás, el pícaro español que puso en jaque al Gobierno. Un joven que con tan solo 14 años pasó de relaciones públicas en discotecas a codearse con políticos, empresarios, servicios secretos e incluso la Casa Real. Una vida de negocios, viajes, seducción, palacios, comisiones y fiestas hasta que se ordena su detención en 2014. La docuserie aborda incógnitas y narra, a través de distintos protagonistas y material inédito, los momentos más polémicos de su caso. 

Un caso increíble de ¿picaresca? española

Una de las cosas que más le duelen al pequeño Nicolás es que le llamen estafador. «No tengo ninguna condena por estafa», dice al final de la serie. No, condena por estafa no. Pero si otras cuantas que suman más de diez años en prisión. Obviamente, todas recurridas y a la espera. Un proceso judicial que está llevándole más de diez años de su vida.

El documental intercala imágenes de vídeos caseros del protagonista, con su familia, con sus padres, de pequeño, de adolescente… Y también una pequeña entrevista a su madre. Al final, es solo un chaval que jugó a ser dios, y acabó dándose de golpe con los muros del Estado. O en eso insiste él. ‘Pícaro: el Pequeño Nicolás’ está muy bien estructurado, y trata de contar toda la historia de forma cronológica, siempre recurriendo a sus protagonistas. Comienza con el último acto de Francisco Nicolás (la llegada a Ribadeo), y desde ahí, nos cuenta el relato de cómo llegó a codearse con lo más granado de la sociedad española. ¡Hasta llegar a la coronación del rey Felipe VI!

Eso es lo que trata de dilucidar el documental de Netflix ‘Pícaro: el Pequeño Nicolás’. Con multitud de testimonios de los implicados en la historia (menos miembros del partido político PP, que han declinado participar), el documental va destejiendo la trama a lo largo de los tres episodios. Con un protagonista obvio, el propio Francisco Nicolás, que relata su historia en primera persona. Eso es precisamente el punto más a favor de este documental, y su razón de ser. Mención aparte merecen las animaciones entre entrevistas, con una especie de Monopoly/Jumanji con los principales implicados en la historia, y las localizaciones más importantes.

El pequeño Nicolás
Francisco Nicolás, siempre guardándose un as bajo la manga. / NETFLIX

El pequeño Nicolás tiene carisma (obviamente, ya que gracias a ella, llegó a donde llegó), y cada vez que habla en el documental, le prestas toda tu atención. Pero el problema es que según avanza la historia, va perdiendo protagonismo en favor de otro de esos nombres que seguro que te suenan: el comisario Villarejo.

Un final un tanto confuso

En cuanto sale el nombre de Villarejo a relucir, ‘Pícaro: el Pequeño Nicolás’ baja un poco el nivel. Sí, es el nombre que se ocultaba detrás de la figura del joven. Y gracias a este caso, saltó su nombre a los titulares. Pero da la impresión de que es una historia que funcionaría mejor en otro documental sobre él. Porque este es del pequeño Nicolás, y cuando la atención no se centra en su trama, la cosa pierde fuelle.

El esfuerzo de la productora por recurrir a todos los implicados es encomiable, y hace una labor brillante para conseguir arrojar luz sobre todo lo que ocurrió. Es verdad que nos deja con más dudas que certezas, pero al menos nos cuenta de manera limpia y cronológica cómo pasó todo lo que pasó. Y aunque creíamos saberlo todo, no es así. Dirigida por Tomás Ocaña y creada junto a Adolfo Moreno, trata de evitar caer en la ridiculización del personaje, para ofrecer su visión de los hechos, y que el propio espectador saque sus conclusiones.

Imagen del documental ‘Pícaro: el pequeño Nicolás’. / NETFLIX

¿Alguien dice la verdad?

Aunque sacar esas conclusiones es tarea difícil, ya que durante los tres episodios, siempre tienes la impresión de que todo el mundo miente, todo el mundo se esta guardando un as en la manga. De hecho, el propio Nicolás lo avisa al final: «Se lo recomiendo a todo el mundo». Así que la historia es atrayente y bien estructurada, pero cuando llega el final, te quedas con la sensación de seguir igual, sin tener muy claro si lo que has visto es real, o todos están tratando de ocultar información.

‘Pícaro: el Pequeño Nicolás’ arranca con una frase perfecta. «Os voy a contar la historia de la persona que llegó a lo más alto y que nunca debería haber estado ahí». Y la serie es el resultado de haber dedicado más de un año de investigación, más de 100 horas de entrevistas y más de 35.000 folios leídos correspondientes a seis procedimientos distintos. ¿Demasiado? Cuando veáis los tres episodios, incluso os parecerá poco. Porque hay muchas capas en esta historia… y las que quedan por contar. Un chico que tenía el cielo como el límite pero, como cuenta él, se acercó demasiado al Sol.

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