¿Qué le pedimos a la televisión en 2023? Carta con los 9 deseos para el Año Nuevo

Decimos adiós al 2022 y damos la bienvenida al 2023 recopilando nuestra lista de deseos televisivos para el Año Nuevo.

Hablar del presente de la televisión es hablar de la nada. Todo cambia, y sin darte cuenta, lo que antes se daba por sentado deja de ser tendencia en un espacio muy breve de tiempo. Cambian los liderazgos, los consumos, los soportes… pero la que se mantiene intacto es el cardado de Lydia Lozano.

¿Qué le pedimos al 2023? Pues llamadme derrotista, pero llegados a este punto, ya no le pido mucho. Cuesta encontrar actualmente algún formato que, durante el día, me haga desear que llegue su hora de emisión. La tele y yo, somos como esas parejas que siguen por rutina, pero que ya hace tiempo que han perdido cualquier atisbo de pasión. Me conformo con llegar a casa, cenar tranquilamente y tener algo medianamente digno que consumir a través de la pequeña pantalla.

Así que, como si fuera una terapia de pareja, vamos con los deseos para mejorar nuestra relación:

  • Que las cadenas se atrevan a plantarle cara a ‘El Hormiguero’ para que haya una programación con cara y ojos a las 10 de la noche. No puede ser que se siga desaprovechando el horario de máximo consumo con programas de relleno por el miedo a enfrentarse a las hormigas . Es desesperante encender la televisión a esas horas y tener que esperar a las 11 para ver algo más que al señor Motos tirando ficha y a Tamara Falco teorizando sobre el precio del megavatio. 
  • Que tengan sitio en las tertulias políticas voces con algo nuevo que aportar. Hay que ir introduciendo discursos que se salgan de la normatividad para escuchar, de vez en cuando, modelos sociales con un punto disidente. Ya está bien de caspa.
  • Que vuelva ‘Operación Triunfo’, es caro y todo lo que tu quieras, pero es la única forma de que las nuevas generaciones conecten de nuevo con la televisión generalista. Por mucho que la productora nos venda la moto cada dos meses de qué hay muchas cadenas interesadas, todavía no sabemos el devenir de uno de los formatos que más han atrapado a la audiencia en la última década. Un OT más dinámico, todavía más enfocado en la parte digital, pero que no pierda la exclusividad de una gala semanal en abierto.
  • Que la mentira intencionada deje de salir gratis. La impunidad de la que gozan algunos debe llegar a su fin. Ya está bien que se de que se usen los púlpitos televisivos como ventiladores desde los que esparcir porquería. Si alguien miente deliberadamente debería ser apartado sin miramientos.
  • Que la televisión salga de su endogamia y empiece a promocionarse en otros canales. Campañas de publi sobre formatos de la televisión generalista en calles, cines o portales web. Hay que dejarse ver, generar expectación, recordarle a la gente que estamos aquí.
  • Por la parte que me toca, y la del interés de todos, que las televisiones estatales aumenten la producción fuera de Madrid. El centralismo en el mundo televisivo va en aumento, a excepción de RTVE que ha reforzado su oferta autonómica, y se nota en el fondo y forma de los programas. Y hablando de producción, estaría bien que se dejara de comprar tanta ficción turca y se invirtiera más en ficción patria.
  • Directo, directo y más directo. La mayor baza que tiene la televisión en abierto son las retransmisiones en directo. Esa es la carta a jugar y a potenciar. La tele dentro de 10 años solo tendrá sentido si es en directo.
  • Tengo depositadas muchas esperanzas con la vuelta de ‘Pekín Express’ y la de Julio Otero a TVE. Del reality viajero espero que siga manteniendo el equilibrio perfecto entre mamarrachismo y programa de aventuras. De Otero espero que se le de la libertad de hacer lo que mejor hace, periodismo para todos los públicos sin tratar al espectador como a un memo. 
  • Por último, y aunque entiendo que es complicado, la televisión debe dejar de pensar únicamente en tener contento al share total. Si hacemos programas solo pensando en el público de más de 60 años terminaremos alejando del todo a los nuevos consumidores. A veces, es una inversión de futuro, apostar más por agradar al target comercial que no obsesionarse con el share general.

Bueno, querida TV, hasta aquí la lista de deseos para mejorar lo nuestro. Podría seguir hasta la eternidad, hay tantas cosas de ti que ya no me gustan…, pero si sigo aquí, escribiéndote cada semana, es porque hay algo en ti que me hace quererte. Aunque ya nose si es una cuestión de amor o de monotonía, como diría Shakira.

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