Marisa Martín Blázquez y Bibiana Fernández se han pronunciado rotundas sobre la crisis de Ana María Aldón y Ortega Cano en 'El programa de Ana Rosa'.
Como no podía ser de otra manera, 'El programa de Ana Rosa' ha puesto la lupa en la trama protagonizada por Ana María Aldón y Ortega Cano. El llamamiento público de la colaboradora el pasado sábado, 5 de marzo, en 'Viva La Vida' ha desencadenado un alud de acontecimientos y reacciones, como la de Marisa Martín Blázquez y Bibiana Fernández. La que fuera subcampeona de 'Supervivientes' no puede más, se siente ninguneada en esa familia y reclama urgentemente su sitio con Ortega Cano a gritos.
Es más, este mismo fin de semana, se llegaba al culmen cuando Emma García le preguntaba si esta presumible crisis en el matrimonio iba a terminar abocando en una ruptura definitiva. Aldón, que titubeó a la hora de responder si siente realmente que el torero está enamorado de ella, aseguró que bajo ningún concepto quiere separarse, pero que si la situación no cambia y los dos se ven obligados a tomar esa drástica determinación en un futuro, lo harán. No le tiembla el pulso.
"Lo que está sucediendo, por lo que he hablado con Ana María y he entendido, es que ella ha reivindicado su sitio en esa casa y no solo como pareja, sino con la familia nueva que ha formado. Ortega, por lo visto, no reacciona a eso. Ella argumenta que desde la docuserie de Rocío Carrasco se encuentra en un estado anímico más flojo y decaído", ha señalado Marisa. Sin embargo, la tertuliana ha mostrado su convencimiento de que ese no es en absoluto el verdadero origen del cisma en la pareja.
Y así lo ha apuntado: "viene de antes porque la casa donde viven, el domicilio conyugal, no lo considera su casa porque es un santuario de Rocío Jurado. Yo creo que ella lo único que dice es que no se quiere separar, que le quiere, pero que quiere convivir con su marido y que nadie se meta y le dejen hacer vida como pareja". Una sólida lectura que, acto seguido, ha compartido la compañera Bibiana Fernández; que ha puesto la diana en Gloria Camila y de forma muy directa.
"Yo tengo la sensación desde fuera de que Ana María se siente como una intrusa. Primero, por la memoria a la Jurado y luego también porque la hija (Gloria Camila) no le ha dado el sitio que le corresponde. Yo creo que a todos los problemas de Ortega, se le ha sumado toda la historia del documental y eso le ha retraído para adentro. Pero yo le diré una cosa: Rocío se murió hace 15 años, yo la quería también mucho. No me casé con ella aunque la admiramos todos mucho, pero está muerta", ha sentenciado instando a pasar página.
Para añadir a continuación: "Yo creo que él vive preso de lo que se supone que va a contar Rocío Carrasco en la nueva docuserie, de lo que dice su hija o Rocío Flores. Con lo cual, ahí hay una unidad familia que es marido, mujer e hijo y lógicamente lo que reclamaba es lo que reclamaría cualquier mujer. Rosa Benito, cuando volvió de la isla, dijo 'este es mi momento'. Pues eso es lo que le pasa a Ana María, que quiere que este sea su momento".
"Rocío Jurado vuelve a estar de actualidad y todo eso le remueve", ha apostillado por su parte Pepe del Real mientras justificaba el estado en el que se está viendo inmerso el diestro. "Pero ella no está reclamando la casa, está reclamando su sitio", ha insistido Bibiana que, ante las críticas de Alessandro Lequio por hacerlo en un plató de televisión, ha defendido que "cuando una llega a ese punto, una ha hecho en casa ese intento cien veces".
Por último, el presentador Joaquín Prat ha cerrado la tertulia notablemente sorprendido con que la vivienda que comparten Ortega Cano y Ana María Aldón esté repleta de objetos y ofrendas a Jurado. En esa línea, y a tenor de ello, ha reflexionado con que es totalmente normal que Ana se sienta intrusa, no encuentre su sitio y, sobre todo, que considere como su única casa la que posee en Sanlúcar de Barrameda y no la de Madrid, donde viven de forma casi permanente.
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