En la historia de la literatura hay un sinfín de clásicos que se han llevado a la gran pantalla. Generalmente con resultados dispares. Y, cuando más antigua sea la novela en la que se basan, más difícil suele ser. Aunque hay muchos retelling o series y películas que solo toman el material original como inspiración. No es el caso de 'Cien años de soledad', la obra cumbre de la literatura latinoamericana, escrita en 1967 por Gabriel García Márquez y que ahora tiene su propia serie de televisión gracias a Netflix desde el pasado 11 de diciembre.
La historia del pueblo ficticio de Macondo es una de esas novelas que, a priori, parecían inadaptables. Demasiados personajes, demasiados años en los que transcurre la historia, y un realismo mágico difícil de llevar a la pantalla. Pero Netflix, con el beneplácito de los herederos de García Márquez, se puso el reto. ¿Conseguiría hacer lo imposible? ¿Conseguiría hacernos creer en Macondo y en la saga familiar de los Buendía? La respuesta es sí. Aunque demasiado apegado al material original.
'Cien años de soledad' no ofrece sorpresas a los lectores del libro. Ya lo dijo García Márquez en su momento. "Cuando la gente ve una película basada en un libro quiere que sea una ilustración fiel de este. Pero una adaptación cinematográfica es la trasposición que el público se niega a aceptar". Y es que su novela es un auténtico viaje de los sentidos. ¿Cómo va una serie a conseguir lo que nos hace imaginar su prosa? Lo cierto es que, a ratos, lo consigue. Visualmente, la ficción de Netflix es simplemente espectacular. No sabemos el presupuesto, pero sí el dinero que ha generado para la economía colombiana: 225.000 millones de pesos colombianos en la economía local, es decir, cerca de 51,8 millones de dólares.
Porque toda la serie se ha rodado en Colombia. García Márquez dejó claro que, si algún día se adaptaba un libro suyo, no quería que fuera en Hollywood. Y tampoco se ha notado la diferencia. De lejos, es la producción colombiana más cara de la historia. Se llegó a construir un set de rodaje de 540.000 metros cuadrados para dar vida a Macondo, y los paisajes son simplemente sobrecogedores. Obviamente, hay elementos de la novela que se han quedado atrás. Sobre todo personajes secundarios. Pero sí hay que hay novedades en una adaptación que, por momentos, es demasiado lineal con la obra original. Por ejemplo, la serie de 'Cien años de soledad' comienza por el final. También hay nombres y tramas que desaparecen por completo. Normal para una obra más grande que la vida misma.
Éxito en Netflix
Casi toda la crítica se ha puesto de acuerdo: 'Cien años de soledad' es un triunfo, una de las mejores series de Netflix y respeta el legado de García Márquez. Aunque por supuesto hay algunas reseñas negativas, la unanimidad es bastante grande. Y los números están ahí. La serie ya se ha colado como la tercera más vista en habla no inglesa, con 3,600,000 visualizaciones y más de 30 millones de horas vistas. Además de colarse en el top10 de más de 38 países.
Pero claro, es una serie compleja, con capítulos de larga duración, con muchos personajes, y además íntegramente en español. Por lo que su éxito podrá medirse según vayan pasando las semanas. Aunque, hasta ahora, 'Cien años de soledad' es todo un acierto. Sobre todo porque es una gran superproducción en español, rodada íntegramente en Colombia, y que demuestra al mundo que no solo se hacen buenas series en Hollywood.
La controversia que trae la adaptación de la obra para los críticos: "Una serie horrorosa"
Pero aunque haya habido unanimidad en las críticas positivas, sí que es verdad que no todos los fans del libro están de acuerdo con esta adaptación. Muchos además califican la serie como "resultado de la ambición desmedida de los hijos de García Márquez". Y precisamente uno de ellos habló este año sobre la relación de su padre con la novela. Una historia que había llegado a aborrecer. "Llegó a odiar el libro. Se refería a él como 'la pinche novela'", confirmó su hijo Rodrigo para The Sunday Times.
Y algunos críticos también han decidido subrayar que la adaptación se queda corta en cuanto a captar el realismo mágico de 'Cien años de soledad'. "Así que a la pregunta de qué tal es esta adaptación, la respuesta es: una serie de Netflix. Para lo bueno y para lo malo", destaca la crítica de La Razón. Y en algo tienen razón, y es que precisamente cuando hay cosas buenas, son muy buenas, pero las malas tienden a tener demasiado peso. Como esa voz en off demasiado presente, demasiado protagonista que, por momentos, parece estar narrando un audiolibro.
Más demoledora es la crítica publicada en El País, que la define como "una serie horrorosa y un interminable anuncio de café". "Es un producto prefabricado e industrial sin autor reconocible. Varios directores, unos cuantos guionistas y muchas notas de unos productores comerciales anulan cualquier sentido de la autoría. No hay un alma ni una voz detrás, y eso hace que desbarranque desde la primera secuencia y no haya forma de que vuelva a enderezarse. Después de verla, lo mejor es volver al libro de García Márquez", sentencia el periodista Sergio del Molino en su columna.
Pero, quitando algunos elementos superfluos, lo cierto que es que la serie de Netflix es un acierto. Se ha lanzado a hacer algo imposible y, dentro de lo difícil que era, ha conseguido unir los puntos importantes de la historia para llegar a un resultado tan visualmente atractivo como la serie que nos ha llegado este 11 de diciembre.
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