La crítica de la semana | Mujeres desesperadas

ANÁLISIS
DE AUDIENCIAS 
| Semana del 22 al 28 de agosto de 2016

Las mujeres siguen siendo las protagonistas de la parrilla televisiva. La complejidad femenina, mucho más rica que la llanura masculina, nutre de contenidos a las cadenas y esta semana dio buen ejemplo de ello.

Tras unos años de escasez de ideas, de clichés arrastrados desde los años 90, de actores vistos hasta la saciedad en papeles similares, el lunes llegó a la ficción nacional un soplo de aire fresco totalmente inesperado. Tras unos meses con mala ventilación veraniega, ‘Paquita Salas’ se presentó sin avisar, demostrando que todavía hay esperanza para las comedias en España. Delimitar la serie al género de la comedia es algo pobre, esta ficción tiene mucho más matices; es una crítica mordaz al sector audiovisual y un reflejo de las vanidades y miserias de sus profesionales. Una fotografía descarnada de la realidad del sector protagonizada por un Brays Efe rotundo, en ningún momento el personaje de Paquita deje entrever al actor, nos vapulea con su interpretación moviéndose por la tragicomedia sin despeinarse. Quizás mi ensalzamiento de la serie sea excesivo, solo hemos visto un primer capítulo y no conquistó a la audiencia al quedarse en un escueto 1,2% de share en Neox, pero hay aplaudir este punto de inflexión. Tras años de fritangas, Resines, matrimoniadas, estereotipos autonómicos… por fin alguien se atrevió con algo distinto, un estilo con reminiscencias almodovarianas actualizado al siglo XXI y algo más sereno.
La noche en que llegó ‘Paquita Salas’ otras mujeres se comieron el pastel de la audiencia, ‘Hable con ellas’ marcaba uno de sus mejores datos de temporada con un aceptable 13,5% de share. El programa se despide este lunes y parece que estaremos un tiempo sin volver a saber de ellas, ahora que el formato empezaba a tener personalidad y la comodidad se asentaba en el rostro de sus presentadoras. El gran descubrimiento de esta temporada fue Alba Carrillo, no por sus dotes como entrevistadora sino por su hiperrealismo en un plató de televisión, su transparencia ante las cámaras es absoluta y con un poco de atención somos capaces de desnudar su alma. Como una niña lloriquea, patalea o de repente se muestra de lo más risueña, esperemos que Telecinco le aguarde un puesto en alguno de sus realitys venideros. A parte de la Carrillo, Soledad encontró su lugar en el programa, interactuando con el público y dándole al plató un toque de cabaré en el que se mueve como pez en el agua.
La noche del martes otra mujer desesperada llegó a nuestros hogares aprovechando la escasez de oferta veraniega. Tras su éxito en Francia, ‘Última oportunidad’ se estrenaba en el prime time español narrando el drama de una doctora a la que le han quitado a su hija. La serie no deja de ser un telefilm de Antena3 algo más oscuro, pero logró encaramarse hasta un buen 13,3% de share en su segundo capítulo gracias a una trama bien desarrollada. El drama de esta francesa no es nada comparado con el ocaso de la gran Aramís Fuster; la que fuera musa del surrealismo más casposo ahora mendiga por los estudios de Mediaset en busca de un hogar en el que refugiarse. Rara vez viendo el ‘Deluxe’ he tenido dilemas morales, pero la presencia de Aramís el pasado viernes me incomodó un poco. A pesar de que su testimonio sea difícil de creer, su mal estado (real o interpretado) es del todo lamentable a los ojos del espectador. El programa contó también con la vuelta de vacaciones de Belén Esteban y con la omnipresente María Teresa Campos, aunque con este trío de estrellas el resultado no fue para lanzar cohetes, un 17,3%.

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